AID MUBARAK! – Mi felicitación y la de JOSE EDERY, con otro artículo antológico sobre la FIESTA DEL CORDERO EN LARACHE

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Larache

AID MUBARAK!

Como cada año, quiero felicitar a todos mis amigos y paisanos musulmanes cuando está a punto de celebrarse el Aid el Kebir.

Desde la distancia (la distancia física pero también la distancia del tiempo), aún huelo la llegada de los rebaños de corderos, y oigo sus balidos, cruzando las calles de Larache para ser vendidos y luego sacrificados. El aroma inconfundible de la carne cuando es cocinada, con las especies, las luces que iluminan los puestos durante la noche, la multitud a punto de comenzar la fiesta recorriendo la avenida… También la sangre de los corderos degollados es parte de los recuerdos, como algo natural que vivíamos desde pequeños, compartiendo y celebrando la fiesta de los amigos de religión musulmana, que nos invitaban generosamente.

Mi padre solía comprarle el cordero a Mina, la mujer que trabajaba en mi casa, y también recuerdo que le daba los dirhams a otra familia humilde que conocía del Barrio de las Navas para que fuesen a comprar su borrego. Qué fácil fue la convivencia en Larache.

Este año, mi felicitación es aún más completa, porque cuento con José Edery que también se suma a ella con un mensaje suyo y en nombre de la ACAM, y además con uno de sus maravillosos artículos sobre Larache, en relación con esta celebración religiosa, de obligada lectura que, también, os regalo.     Sergio Barce

 

Sergio Barce & José Edery

FELICITACIÓN DEL DR. JOSÉ EDERY:

     A través de la asociación hermana Larache en el Mundo y del Blog de su Presidente, y paisano larachense, el abogado Sergio Barce, en nombre de la Junta Directiva de la ACAM (Asociación Cultural de Amigos en Marruecos; antes ACAL o Amigos de Larache), con motivo de la festividad el próximo 7-8 de noviembre de 2011 de “nuestro” Aid el Kebir (la Fiesta Grande) o Aid el Adha (Fiesta del Sacrificio, como generalmente en otros países los musulmanes la suelen denominar), felicitamos a todos nuestros socios, familiares y amigos musulmanes. Y especialmente a aquellos que durante este período hayan efectuado la sagrada peregrinación a la Meca. Y que todos celebren, con alegría y salud compartida, en sus domicilios de nuestras queridas ciudades del Norte de Marruecos, así como en España, la festividad de Aid el Kebir con el ritual sacrificio del cordero.

Por la Asociación de Amigos en Marruecos. El Presidente: Dr. Jose Edery Benchluch.  En Madrid Noviembre de 2011 /  10 del mes Du al Hijja de 1432 de la Hégira

Zoco Chico

Como decía al comienzo, José Edery, además, me ha enviado uno de sus maravillosos artículos, éste sobre el Aid el Kebir en Larache, que dice así:

 El AID EL SEGUER y el AID EL KEBIR 

   En Larache, al igual que en todo el orbe islámico, cuando terminaba el sagrado mes de Ramadán se celebraba la fiesta de Aid el Seguer o Fiesta Pequeña denominada por el pueblo de esta forma para distinguirla del Aid el Kebir o Fiesta Grande, que se celebraba dos meses y medio después de aquella. Solía durar entre dos y tres días, durante los cuales los musulmanes piadosos, aunque era una tradición generalizada, solían dar limosnas a los pobres y necesitados. Los musulmanes que no eran de Marruecos, especialmente fuera de nuestra Zona Norte, llamaban a la pequeña fiesta Aid el Fitr, quizás porque en árabe el socorro se diga fitra. En nuestro árabe dialectal socorro decíamos git o también msawna; aunque fitr también tiene el significado de ruptura en relación al ayuno.

               Debido a la alegría callejera y a la perfecta convivencia en Larache con nuestros vecinos musulmanes de mi ciudad, durante esos días festivos aprendí, y  también lo utilizaba, el interminable y continuo saludo que entrecruzaban entre todos de: ¡Aid Mubarak!

                En 1913, el diplomático español Eduardo de León y Ramos describía, en el Boletín Oficial de la Zona de Influencia de España en Marruecos, según me solía contar y comentar el Embajador y conocido arabista Teodoro Ruiz de Cuevas, los detalles de la celebración de Aid el Seguer en Alcazarquivir y en Larache. Narraciones que no variaba en casi nada a como transcurría dicha festividad durante mi juventud, medio siglo después, ni he constatado que haya variado en las dos ciudades del Lukus, en el siguiente medio siglo.

             El Aid el Kebir o Fiesta Grande, es conocida generalmente entre los europeos no musulmanes, en sus medios de comunicación y sobre todo entre el pueblo hispánico  como la Fiesta del Cordero. Aunque en las últimas décadas se está generalizando en el Magreb así como entre sus emigrantes en Europa la denominación de Ain el Ahda o Fiesta del Sacrificio, por la influencia cultural, económica, social y religiosa delos países del Magreb.

           Del cotidiano trato con nuestros paisanos y amigos musulmanes lahraichis (de Larache) y kasris (de Alcazarquivir), habíamos aprendido que el Aid el Kebir caía sevhim iyyam men bazd Aid el Seguer, es decir, el décimo día del mes de Du al Hiyya que es el último mes del calendario lunar islámico (en el que se realiza la sagrada peregrinación a La Meca) y setenta días después del comienzo del mes de Shawal que es cuando se celebra el Aid el Seguer.

           Hay que tener presente que las festividades musulmanas son movibles ya que se basan en ciclos lunares, por lo que avanzan cada año en relación al calendario gregoriano entre diez y doce días. El calendario lunar islámico comienza el día que se inició la Hégira que correspondería en el gregoriano al 24 de septiembre del 622  (aunque muchos autores señalan como fecha migratoria el anochecer del jueves 16 de julio de 622). La Hégira, que proviene del árabe hiyra que significa emigración, señala la huida de Mahoma de La Meca donde comenzaban a ser perseguidos junto con sus compañeros de doctrina, hasta el oasis y poblado de Yatrib donde ya habían muchos adeptos y al que denominaron Medina por considerarla la ciudad (significado de medina) por excelencia. El calendario cristiano o gregoriano tiene como referencia el Sol y fue instituido por el Papa Gregorio XIII en el siglo XVI en sustitución del que había establecido Julio César que se denominaba calendario juliano.

            Pero entonces, ¿por qué nuestras festividades judías, cuyo calendario hebreo es también lunar, no sufren los mismos adelantos anuales que las mahometanas? La razón es que en el calendario hebreo se tiene en cuenta los años bisiestos de los tres tipos de años con que cuenta: Shaná jaserá o año que falta, Shaná kesidrá o año normal y Shaná shelemá o año completo; además de que cada cuatro años se añade un mes al mes de Adar (Adar I y Adar II), mes que con sus 29 días coincide con febrero-marzo. Respecto al calendario religioso una pregunta que me suelen hacer mis amigos cristianos es por qué no coinciden en los mismos días las dos Pascuas. La razón es que, en los primeros siglos, los cristianos hacían coincidir su Pascua con la Pascua judía de conformidad con los Evangelios. Es decir, el día 14 del mes de Nisán, mes que comienza con la Luna Nueva de primavera, y cuyo catorceavo día es la primera Luna Llena después del equinoccio de primavera (uno de los dos momentos en nuestro hemisferio norte cuando los días son iguales en duración que las noches). Como las fechas no coincidían con los días más significativos de la Santa Semana como eran el viernes y el domingo, en el Concilio de Nicea del siglo IV se decidió que la Pascua cristiana se celebraría el primer domingo tras la Luna Llena del equinoccio de primavera.      

              En el Aid el Kebir se conmemora el abortado sacrificio del hijo de nuestro padre común el Patriarca Abraham (Ibrahim en árabe), pero con la diferencia bíblica que para los musulmanes el que iba a ser sacrificado por Ibrahim por mandato divino era su hijo primogénito Ismael. Este era hijo de la egipcia Agar, que era la esclava de su esposa Sara, quien la cedió o prestó a su marido para concebir, ya que ella hasta entonces había sido infertil. A su hijo Isaac, Abraham le fecundó a la edad de 100 años con su  esposa Sara, unos quince años después de haber nacido Ismael.  Abraham, como se sabe, por dictado divino una vez comprobada su lealtad al Todopoderoso, sacrificó un cordero en lugar del hijo. Es por esta razón por la que tanto los que están terminando su peregrinación en La Meca como los del resto de los fieles del Islam hacen la ofrenda ritual del sacrificio de un cordero en Aid el Kebir, aunque en algunos países islámicos se suele sacrificar según su cultura agropecuaria un camello, buey, macho cabrío, etc…

                En relación al peregrinaje a La Meca, me contaba mi amigo y paciente el general marroquí Driss Benaissa en la pasada década de los años setenta, antes de dirigir el Estado Mayor de las FAR,  cuando fui a visitarle en su pueblo y domicilio natal en la región bereber del Zemmour (entre Rabat y Meknés), al regresar como Hajj de su peregrinación a los lugares sagrados del Islam en Arabia, que el peregrino en La Meca realiza el sacrificio (o en su lugar dando una cantidad de dinero) el décimo día del mes. Tras haber pasado la noche del 9 al 10 en el santuario de Muzdalifa,  y después de haber realizado el acto simbólico atribuido según la tradición a Abraham, de lapidar a Satán en la llanura de Mina arrojando contra una estela siete piedras recogidas en Muzdalifa. Una vez realizado el sacrificio del animal (generalmente un cordero aunque los ricos árabes solían sacrificar entonces camellos), y después del  rito de halq o afeitado total del cabello y corte de uñas seguido de una última visita al recinto de la Kaaba, el peregrino puede considerarse desacralizado y emprender el retorno a su país.

                La costumbre magrebí era que nuestro paisano musulmán el día de Aid el Kebir, después de haber efectuado una ablución total o baño completo denominado gusl (a diferencia de las abluciones parciales antes de las oraciones diarias), asistía a la oración especial en la mezquita. Recordemos que la ablución es la purificación simbólica o ritual por medio del agua, lo que constituye un rito tanto en los musulmanes, en los judíos como en los cristianos. Entre estos, por ejemplo, en mi época escolar, una de las purificaciones se efectuaba en la capilla del colegio de los Hermanos Maristas de Larache, cuando el sacerdote franciscano, tras servir las vinajeras (las dos jarritas que contienen el vino y el agua durante la Misa), efectuaba el acto de lavarse los dedos. Actos no desconocidos para muchos paisanos de las otras creencias en mi ciudad, y en especial para mí ya que fui premiado como Campeón de Catecismo, en la versión Astete-Vilariño, de la provincia eclesiástica denominada Bética (comprendía el sur de España, Marruecos español, Plazas de Soberanía y Colonias), con motivo de los certámenes que se celebraron durante el Congreso Eucarístico de Barcelona hace seis décadas. Premio que, siempre que se presentaba la ocasión, lo recordaban públicamente el hermano marista Ciriaco-Fabián (en las reuniones anuales de la ACAM) y los Padres franciscanos gallegos Germán Falcó y Ramón Lourido (que en Paz Descansen los tres). Y que no dejaban de comentarlo como prueba de la educación, cultura y convivencia religiosa en nuestra inolvidable ciudad de Larache. Donde los dos primeros fueron profesor y párroco respectivamente, y el tercero (Profesor en la Universidad de Rabat y adjunto al Arzobispo de Tánger) que fue testigo del acto del premio en el tangerino Estadio de Marchán.    

            Entre los musulmanes, la oración en el jamaa (mezquita) durante el Aid el Kebir  es especial, como me explicaba mi amigo y vecino en Rabat el prestigioso Fquih Muley Alí, porque se recitan siete takbir y se hacen dos postraciones o rakaa (para más amplia información sobre la explicación de estos actos y rituales ver el capítulo Mezquitas de mi obra de próxima aparición Viajando por el Magreb Hispánico-Un intercambio de culturas). A la salida del templo iban directamente al domicilio para el acto ritual de degollar el cordero. Recuerdo que al final de la calle Sor Ichara Antiguo, detrás del muro del jardín-huerta de mi domicilio (prolongación de la calle Soldado Sequera, popularmente calle del Coliseo y actualmente Al Mutamid Ben Abbad, que se bifurcaba en Sor Ichara Moderno donde yo vivía frente a los Bomberos, y Sor Ichara Antiguo) ponían un gran caldero con agua hirviendo donde los vecinos introducían las cabezas de los corderos que habían sacrificado para cocerla, pues era lo primero que tradicionalmente se comía. Alrededor correteaban alegremente los chiquillos, ante los temerosos gritos de los padres, pues ese día iban vestidos de nuevo o con sus mejores vestimentas. El animal lo solían trocear en tres partes, una vez separada la cabeza: una para los dueños, una que se regalaba a  familiares o amigos, y una para los pobres.

           Durante los casi veinte años que trabajé en Marruecos, continué la tradicional costumbre familiar del seddeq islámico (dar limosna) y de las nedavot judías. Solía  regalar al personal musulmán de mi clínica y a alguna que otra familia necesitada de la vecindad el equivalente monetario para la adquisición de su cordero. El dinero se lo entregaba por adelantado poco después del Aid el Seguer, que era cuando los corderos eran más baratos, ya que próximo el Aid Kebir los precios se multiplicaban. Recordar en nuestra juventud,  los que vivíamos en las inmediaciones del eje de las calles Chinguiti (actual Hassan II)- Barcelona, el continuo transitar de corderos cuando se aproximaba la fiesta. Rebaños que tras recorrer la Avenida del Generalísimo (actual Mohamed V) desde las carreteras de Tetuán y de Alcazarquivir, procedentes de las cábilas y duares de Beni Arous, Telata de Reixana, Beni Gorfet, El Jemis del Sahel, Mexerah, Jolot, etc., desembocaban a través de la calle Asturias, Cervantes (actual calle Malik Ben Al Morhil) y Pasaje de Asayag en el eje callejero antedicho. Para tras atravesarlo, ubicar a los  corderos para su venta en la gran explanada detrás del Mercado Central.

            De cada uno de las personas a las que había hecho el regalo, recibía aproximadamente un tercio de la carne del cordero que habían comprado y sacrificado.  Aunque para mi no era carne casher y sí jram (pecado), aunque fuese halal,  y para no hacerles la hashuma de rechazarla, sin que lo supieran, la enviaba como regalo a la asociación benéfica musulmana Ain hakhaka (Ayuda a tu hermano) de la que era médico y colaborador. Creo que ha sido el mejor dinero que he distribuido durante mi larga estancia magrebí, junto a las tradicionales sadaqas de los viernes, a los necesitados de la Beneficencia Española y las nedavot para mis correligionarios.

              MUBARAK EL AID.- Dr. José Edery Benchluch “Al Tebíb Harofé” 

 En Madrid,  Noviembre 2011- Du al Hijja 1432

        

       

 

 

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6 respuestas

  1. Muchas gracias, queridos amigos y paisanos. En esta pacifica isla de paz del norte de África, que es Marruecos, siguen desfilando los mozos portando a cuestas o en carros los corderos del sacrificio, seguidos de cerca por orgullosos niños, felices de poder lucir un bonito cordero de viril cornamenta. Mañana será otra cosa, mañana se despertaran con una torta con un huevo plantado en el centro (el remedio para que no incordien mientras se procede al sacrificio y se preparen los pinchitos del desayuno). Mañana será otro día Inchallah.
    El relato de nuestro paisano el Dr. Edery, íntimamente emotivo, nos lleva a tiempos de feliz convivencia y nos hace recordar que se puede cuando se quiere se puede. Espero que nuestros nietos puedan leer estos inestimables testimonios de nuestros paisanos, hoy provisionalmente en el exilio, pero que todos llevamos muy dentro del corazón. Gracias a Internet podemos sentir el latido de sus memorias larachenses y aprender de ellas.

    Un saludo cordial

    Tiyani

  2. ¡Maravillosos recuerdos! Yo puedo decir que en mas de una ocasión, tuve la dicha de comer cordero en la fiesta de Aid El Kebir, en casa de amigos musulmanes, y también recuerdo que visitaban mi casa en Navidad, pero ahí no acababa la cosa, porque lo mismo me ocurría con mis amigos judíos en sus fiestas. Y es que Larache creo que ha sido único a la hora de la convivencia entre las tres religiones. José García Gálvez

  3. Que hermoso escrito………mi madre siempre nos comenta de esos tiempos donde la Fiesta del Cordero se hacia con gran esplendor, su padre z`l tambien le regalaba los corderos a los musulmanes que trabajaban con ellos, para que ninguno se quedara sin cumplir con su ritual……como ellos tenian muchos corderos no habia ningun amigo o empleado que se quedara sin el animal…

    Tambien me cuenta que muchas familias musulmanas amigas de su familia, pedian permiso para subir a la terraza de la casa Fereres, la casa de mi abuelo z`l para ver pasar a la multitud que se dirigia hacia la Tumba de Lalla Menana…..desde alli se veian a los Gnauas y a los peregrinos dirigirse hacia el lugar…

    Me encanta que Sergio nos deleite con estos recuerdos, que aunque yo no los he vivenciado, si los tengo presentes gracias a los relatos paternos……

    Aprovecho para desear Feliz Aid Kebir a todos los compañeros musulmanes que convergen aqui……..

    Raquel

  4. YO HAJAR DESEO DETODO EL CORAZON QUE LO PASES BIEN CON LA FIESTA DEL CORDERO Y QUE SEYAS MUY FELESES Y PERO NO OLVERARSE DE SER MUY BUENOS JENTES AH CASE YEGARA LA FIESTA DE GACHORA PERO AQUE EN EPÑ TENTRAMOS LA FIENTA DE NAVIDAD BUENO AID MOBARIK A TODOS LARACHENOS Y DODO EL MONDO QUE TENGA AID EN EPÑ O EN ARABIE SUR O EN PAQUESTAN

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