Ahmed Chouirdi me ha enviado un delicioso escrito sobre la playa de Ain Chakka. La verdad es que hace una descripción muy detallada, y además refleja perfectamente la evolución, en realidad, la triste evolución de esta parte de Larache, y no puede reprimir su nostalgia por los mejores momentos de esta playa tan singular donde transcurrió su infancia y juventud. Con sinceridad, me parece un testimonio de gran valor, y le agradezco enormemente que haya elegido mi blog para darlo a conocer. Lo que más me motiva, es el hecho de que estos escritos sean la aportación de larachenses de generaciones tan dispares y de creencias diferentes, pero entre todos vamos modelando este cuerpo común que nos une por encima de todo.
Ahora, cuando leáis este relato, sentiréis a veces el olor del mar y las olas batiendo contras las rocas, y si cerráis los ojos, creeréis estar en Ain Chakka, oyendo la voz de Ahmed contando esta historia…
Sergio Barce, octubre 2012
AIN CHAKKA
Quería poner, a mi vez, mi modesto granito de arena para conservar la historia de Larache trayendo a la memoria algo sobre la playa más popular de nuestro querido pueblo: Ain Chakka
El nombre de Ain Chakka proviene de los diferentes manantiales de agua dulce, fresca, ligera y límpida que brotaba de la tierra o surgía entre las rocas situadas más arriba del litoral marino (en àrabe, ain = manantial y chakka = fisura). Desde el Balcón del Atlàntico podíamos ver jóvenes y mujeres, generalmente pobres, lavando la ropa sucia o la lana en aquellos manantiales, pisoteándolas con fuerza y pronunciando constantemente la palabra stuff !!!, stuff !!!.
Ain Chakka estaba formada de una serie de acantilados y rocas de arenisca calcárea alrededor de agua marina y fondo formado de arena, grava, pedazos de coral, conchas y otros restos de organismos marinos que habían sido transportados por las corrientes y el oleaje hasta la playa. Había varias pozas (llamadas asi debido a su forma de charca rodeada de rocas): la primera poza, la segunda (la màs visitada), la tercera y la cuarta. La playa de las olas venía antes de la primera poza, en dirección de la otra banda.
Un poquito más arriba donde apenas llegaba el agua durante la marea alta, había varias cavernas formadas hace siglos por la acción del oleaje y del viento sobre los acantilados y mucho antes del regreso del mar a su posicion actual. Dentro de aquellas cavernas, podrías encontrarte con mujeres, generalmente de edad más o menos avanzada, sentadas sobre las rocas, con vestidos morunos multicolores, como si fueran unas viejas sirenas que perdieron belleza y atracción. Las llamábamos <harrudas>. Estas vendían unos minutos de placer (agachándose) por varias pesetillas. Al mismo tiempo, dispersaban muchas enfermedades sexualmente transmisibles entre los jóvenes de la ciudad, sobre todo la blenorragia, si no sea la sifilis. Menos mal que no había SIDA
Más arriba, al norte de Ain Chakka, un poco debajo de la antigua muralla de Larache, se encontraba un pequeño morabito sin tumba, llamado Sidi Buknadel (el santuario de las Candilejas). Las mujeres lo visitaban continuamente, encendiendo velas o colgando largos trozos de tela de diferentes colores y tejidos, logrando a Dios que satisface uno o varios de sus deseos, entre ellos, casarse pronto o que permanezca el marido fiel o que obedezca a su mujer sin condiciones algunas.
Mas allá de este morabito y siempre al norte de Ain Chakka, cerca de la entrada del puerto, había una roca <sagrada> siempre blanqueada con cal, llamada Lalla Zouaina (la señora bonita). Unicamente las mujeres se bañaban con la ropa interior en las aguas del mar, situadas alrededor de dicha roca. Y muchas veces les llevaba el mar.
Los visitantes de Ain Chakka fueron los larachenses de distintos barrios: Guebibato, calle Hospital (los dueños por excelencia de la región), Alcazaba, Laghrisa, Bab el Bhar, calle Barcelona, Las Navas, Barrio Nuevo… y de distintas religiones: musulmanes, cristianos y judíos. Era un espacio de recreo, de diversión, de contactos con niños de diferentes barrios, y de esparcimiento. Es allí donde habíamos aprendido a nadar, a saltar (saltos àngel, carpa, mortal) desde las altas rocas, a recalar debajo de la cristalina agua y a tener contacto con el mar y con sus <bichos>.
Una vez terminada la bañada, nos dirigíamos hacia la superficie plana de una de las rocas para secarse (no había la necesidad de poseer toallas) y para recuperar nuestra ropa. La sorpresa era grande cuando nos enterábamos de que la correa había desaparecido del pantalón, je, je…
Como pequeños, nos gustaba mucho explorar la fauna marina de Ain Chakka en períodos de marea baja: saltar sobre las rocas, explorar animales adornadas de conchas en forma de sombreros chinos, de almejas, caracoles, de atrapar cangrejos, sacándoles de sus refugios utilizando dos pinchos, contemplar pececillos, erizos y gambas en las cubetas donde el agua del mar persiste aun en mareas muy bajas (les llaman marmitas del gigante y son formadas por la acción mecánica giratoria de la fuerza de las olas sobre las superficies rocosas).
Para ir a Ain Chakka teníamos que saltar sobre el Balcón del Atlàntico y tomar una de las cuestas demasiado inclinadas, situada entre la densa vegetación y la basura, frenando de vez en cuando para mantenernos en equilibrio. Una densa nube de polvo se levantaba alrededor de nuestros piés.
Teníamos poco interés de ir a la otra banda, Cuando decidíamos ir, lo hacíamos nadando, dominando las corrientes marinas para ganar el precio del bote.
A mediados de los años 50, Ain Chakka era visitada por niños y jóvenes descendientes de zonas desfavorecidas de la periferia de Larache. Como el bañador era para aquellos una cosa de lujo, se contentaban de bañarse <en pelota>, lo que daba a Ain Chakka el aspecto de una playa de nudistas, pese a su proximidad del Balcón del Atlàntico.
Ain Chakka, sobre todo en los finales de los años 60 y principios de los 70, era un verdadero ecosistema en perfecta armonía, donde convivía toda clase de animales: invertebrados (anémonas de todo color, moluscos, estrellas del mar, erizos del mar, cangrejos ermitaños, cangrejos de roca o chivatos, pulpos, medusas…), y vertebrados (morenas, raya manta y otras especies de peces…) con vegetales, como algas rojas, verdes, pardas…etc. y con su medio ambiente fisico.
A partir de los años 70, la explotación excecsva de cangrejos y de mejillones por los habitantes de Larache –sobre todo los niños que cazaban y luego vendian cangrejos hervidos en agua caliente sobre pequeñas mesas en la Medina- había reducido considerablemente los individuos de estas dos especies marinas. Después viene la evacuación de las aguas usadas sin ser sometidas a ningún tratamiento, sobre todo en la region sur, en dirección de la playa del Matadero. Muchas especies sufrieron un evidente retroceso. Pero la verdadera catástrofe vino cuando las autoridades de Larache, decidieron construir un puerto natural en Ain Chakka, debido a la localización geográfica y estratégica de esta última, y que podria ser, según ellas, una extensión natural del puerto actual. La primera y última decisión tomada era la de bombardear Ain Chakka con fuertes explosivos con el fin de disminuir el volumen de los acantilados y rocas. Como consecuencia de esta decisión: Ain Chakka desaparece definitivamente del mapa de Larache, con su flora, su fauna, sus pozas y su legendaria belleza.
Ain Chakka es para nosotros como un bonito sueño.
AHMED CHOUIRDI
24 respuestas
Ahmed Chouirdi era mi mejor amigo de mi infancia. Formo parte de estos recuerdos evocados en este recitado.. A bderrazak Douay.
Hola! Doctor Abderrezak mi gràn amigo de infancia! Muchas gracias y me alegro mucho de que nos hemos encontrado en este blog virtual de gran importancia para los larachenses de antaño como tu y que nos ofrece nuestro amigo Sergio
Querido Ahmed Chouirdi. Soy larachense. Nací en Guebibat ( Hauma Fokia – justo donde está la casa de la familia Yebari ). Pues su relato me hizo revivir mi infancia dorada – la que no se puede volver – excepto en nuestra memoria…
Bien querido Ahmed. (Ain Chakka – عين شاقه). Es la piscina o varias piscinas donde aprendí a nadar.
Entre las piedras gigantescas que formaban esas dichosas «piscinas» … Para los pequeños y hasta los grandes… Qué antaño tan famoso de nuestra infancia inolvidada jamas.
Gracias y muchas gracias querido AHMED !
Muchas gracias a ti y me alegro de conocerte. Los recuerdos de Ain Chakka , como dices,nos deja revivir nuestra alegre infancia. Me acuerdo bien de la casa de familia Jebari , hijos del Haj Driss que vivian en un callejon sin salida, antes de transladarse al Gebibat, como la mia. Casi todos eran amigos de infancia,
Un fuerte abrazo
Amigo Chouirdi:
Hablas de la playa de la Ain Chakka, y no mencionas la leyenda de
la Aicha Kandicha, aquella diablesa o bruja que solia utiiizar los
manantiales de la playa para lavarse y peinar su largo pelo blanco.
Carlos Galea
Gracias, amigo Carlos por esta observation. De pequeno, Mi madre me contaba aquella célebre leyenda.. La he olvidado y la considero como importante, en relacion con Ain chakka
Hola «Chupardi » aver si apareces por Larache .Un abrazo .
Hola querido amigo Sibari. La ultima vez que estuve en Larache, hace un més y medio, pasé por tu casa, mirando hacia la azotea para verte, pero no te vi. Espero verte proximamente.
un fuerte abrazo
GRACIAS Señor Chouirdi, leyendo su escrito he vuelto a vivir mi infancia en Larache, nosotros vivíamos cerca de la Ain Chakka, frente la Coliseo María Cristina. Seguro que más de una vez nos hemos hablado en nuestro querido Larache. Cuando nos casamos estuvimos viviendo en la plaza de España arriba del Comercio Español, hasta que nos trasladamos a España hace ya 40 años.
Ya ve todos los recuerdos que me ha provocado su relato.
Gracias
Carlota
Senora Carlota; Los alegres recuerdos de nuestra infancia, sobre todo los que habiamos pasado en nuestro querido pueblo, estàn gravados en nuestra memoria para siempre y sin duda han tenido un impacto positivo sobre nuestro comportamiento actual; Como decia nuestro paisano Driss SaharaouI : tolerancia, amistad, compañerismo, vecindad, no se conocía la hipocresía, el engaño, Eso se llama MADE IN LARACHE
Muchas gracias
Gracias Si Ahmed por este relato, tan preciso y completo que forma parte de la historia de Larache.. Yo he nadado poco en esta playa, porque iba a la playa pequena, cerca del puerto, que limitaba con unas huertas, la mas importante era YenanJalee. Tambien nos aventurabamos a nadar en grandes profundidades cerca del matadero -En Maa yedid _. Tengo un recuerdo de Ain Chaka, donde murio uno de mis amigos. Al subir una gran roca, se tiro, calculando mal, y choco con la cabeza en otra roca que estaba en el fondo. Que recuerdos querido paisano. Dejate caer alguna vez por tetouan. UN ABRAZO.
Amigo Driss, Hay larachenses que no querian aventurar en Ain chaka, teniendo miedo de la bruja de los manantiales (en broma) y preferian otras playas.
Yo mismo me acuerdo de otro accidente semejante al que mencionas. Nosotros, al saltar de las altas rocas, haciamos, como se dice en àrabe «una cucharrada» es decir intentar salir del agua inmediatamente sin tocar el fondo.
muchas gracias por la invitacion
Un abrazo
Hola, tío
Hemos hablado con frecuencia, en castellano y se que manejas bien este idioma pero no me dí cuenta que te adueñas de unas capacidades narrativas de gran calidad, a ver si te animas más, puesto que ahora tienes tiempo para disfrutar… y hacer disfrutar a los demás con tus relatos.
Un abrazo, hablemos…
Mohamed Chouirdi
Sobrino de Ahmed Chouirdi.
Muchas gracias, sobrino. Ya sabes que llevo màs de cuarenta años sin practicar el castellano, debido a mi larga presencia en la «ex zona francesa»
Saludos a tu mujer y a la princesa Rania, tu hija.
Para los que un día nos fuimos o «tuvimos que irnos» – sufriendo de este modo el zarpazo cruel del desarraigo a nuestro paisaje natal -, relatos como el suyo sr Chouirdi, nos abre los pulmones permitiéndonos respirar de nuevo esa brisa inconfundible del Atlántico que aún conservamos en la boca. A pesar de que los escenarios nos resulten familiares, sorprende gratamente comprobar cómo el que contempla, guiado por su mirada y sensibilidad, compone el cuadro a su manera. Muy sugerente la descripción que hace usted del acantilado, las pozas, el oleaje, los bañistas, las criaturas marinas, etc…y un placer revivirlo a través de las palabras e imágenes de su relato. Mientras haya quien decida abrir su corazón y compartir sus recuerdos, de poco sirven los intentos de «otros» por bombardear la memoria colectiva.
Muchas gracias por tus sentimientos hacia nuestro querido pueblo. Estos relatos formaron parte de las aventuras de nuestra infancia, y queremos compartir aquellos eternos recuerdos con lo demàs paisanos
Un abrazo Senor Fran
Gracias al Señor Chouirdi , he recordado tosos estos lugares de los cuales hace una perfecta descripción- Por haber vivido en las primeras casa del famoso barrio de Las Navas temgo un gran recuerdo de estos lugares de los cuales mi papá nos traía unos riquísimos cangrejos cada vez que bajaba a las rocas-Después de medio siglo , al volver a ese lugar , doy crédito de estas perfectas narraciones-Miles de gracias desde Canarias-
Mercedes Muñoz-27/10/12-
Muchisimas gracias a ti, senora Mercedes por haber compartido aquellos bonitos e inolvidables recuerdos conmigo y con los demàs paisanos.
¡Que gratos recuerdos, nos trae a la memoria con su artículo Sr. Chourdi! Sobre todo a todos los larachenses que mas que abandonar Larache, fuimos «arrancados de Larache», debido a unas ciscunstancias de las que no teniamos ninguna culpa los nacidos en esa bendita ciudad que nunca olvidaremos. ¿Como no voy a recordar la playa que nombra? Yo aprendí a nadar en ella. Yo vivía muy cerca (casi frente al Coliseo Maria Cristina) y me bañaba en parte que había frente a la pescadería y el Grupo Escolar,y también en la «Piedra Gorda» de Las Navas, en algunas ocasiones en compañia de Carlos Galea que nos acompaña dando su opinión. (Por cierto un gran nadador), y aprovecho para saludar a Carlota que era vecina mía y una gran amiga. Gracias por el escrito y un abrazo.
Muchas gracias a ti, Jose. Es un deber de recordar, trazar y revivir el pasado común entre los de Larache.
Sobre la famosa piedra gorda de la playa del Matadero , que mencionas, haciamos concursos «informales» de saltos entre diferentes barrios.
Un abrazo
Sr. Ahmed Chouirdi, detallada y preciosa descripción la que nos relata de la conocida playa de Ain Chakka. Me ha llamado especial atención leer en sus líneas «los visitantes de Ain Chakka fueron los larachenses de distintos barrios: …el Barrio Nuevo…»
Es la primera vez -en todo lo que he leído en este blog- que aparece «el Barrio Nuevo»…
Con todo cariño
Muchisimas gracia Joanna
Hi Ahmed ! how are you ? and how is life treating you I miss you brother !!!!,,,,,,,,from rayes Abdeljalil
Lo siento mucho Yasmina, Del inglés no sé ni pio. Un abrazo