Tal y como andan las cosas, mejor tomárselo todo con un poco de humor. Y José Luis Coll y su Diccionario es una de las mejores recetas que se me ocurren.
Ahí van algunas de sus creaciones:
BANDEDO: Bandolero, persona perversa que después de saquear a la víctima, la señala con el índice. CAGALLERO: Hidalgo o noble que cabalga con el vientre descompuesto. EMPREÑARSE: Obstinarse en quedar embarazada. MORIBURDO: Que está muriendo, pero de manera tosca y basta. ACOÑAR: Fabricar moneda con el coño. Antigua costumbre que proporcionaba tantos beneficios como en la actualidad y casi tantos como en el futuro. Léase «Vida y Costumbres de Jaquelín». CALAMISTAD: Encontrar en los amigos la desgracia y el infortunio. (Léase biografía de El Testiculero.)
PARTICAPAR: Comunicar o avisar a un individuo que próximamente será castrado. ESCORZO: O ciervo. Una de las dos cosas. TE: Vigésima tercera letra de nuestro abecedario. Su nombre es TE, a las cinco o a cualquier otra hora. TATAMUDA: Empleada del hogar que no dice esta boca es mía, cuando el señorito comprueba la morbidez de sus nalgas. ESMEALDA: Pieda peciosa de coló vede. GLÉRICO: Zaserdote EVILLANO: Andaluz de la provincia de Evilla.
La definición de bandedo es muy adecuada para los gobiernos que nos han tocado. Primero nos saquean, con la excusa de que no había más remedio; y, después, nos señalan con el dedo diciendo que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
Y calamistad también le viene muy bien a Rubalcaba y a Chacón.
Un comentario
La definición de bandedo es muy adecuada para los gobiernos que nos han tocado. Primero nos saquean, con la excusa de que no había más remedio; y, después, nos señalan con el dedo diciendo que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
Y calamistad también le viene muy bien a Rubalcaba y a Chacón.