León Cohen Mesonero tiene nuevo libro en la calle: Apuntes (Edit. Círculo Rojo, 2014). Se trata, como muy bien resume el mismo titulo, de rápidas pinceladas a diversos temas, y lo hace utilizando los distintos géneros que suele cultivar: narrativa, artículos, opiniones, incluso dos bellos poemas. A León Cohen y a mí nos ocurre algo parecido, que cuando escribimos, por la razón que sea, tenemos a Larache sobrevolando nuestra fantasía, y la suele invadir; incluso a nuestra inspiración, como una suerte de refugio, en el que se mezclan sentimientos, recuerdos y añoranzas. Por supuesto, en este libro también asoma Larache en algunos momentos, en bellos momentos.
Pero León ha querido con este libro hacer una intensa recopilación de todos los temas que le inquietan o que le hacen sentarse y escribir. Estos Apuntes los ha agrupado en varios capítulos bien delimitados: Un primer apunte sobre la literatura, la memoria y el Protectorado español en Marruecos, en el que hace un balance de los relatos que han salido de su experiencia personal y de su memoria privilegiada. El segundo apunte son los dos poemas que mencionaba al comienzo. El tercer capítulo tiene un título esclarecedor: Puntadas sin hilo conductor. Aquí hay, sin embargo, algo que une a sus textos, y es la conducta humana, su reacción ante la adversidad o ante lo imprevisto, donde incluye un texto que me permito reproducir porque resume a la perfección la personalidad del autor. Se titula Mi CV.
Mi CV Por León Cohen
Los datos dicen que León nació en Larache, en una casa mata situada al pie de una mezquita, un lunes veinticinco de noviembre cuando el Protectorado Español había cumplido treinta y cuatro años y aún le quedaban diez años más. El domingo anterior a aquel lunes, el mítico Atlético Tetuán había derrotado al Larache C.F. por cinco goles a dos. Lo que los datos no dicen es que León, como Driss Ben Mohamed, uno de los personajes de sus relatos, había crecido entre arena y olas, en la otra banda, una playa municipal donde río, mar y tierra concertaron sus nupcias estivales mientras Hércules era amamantado justo arriba, en la colina, junto al jardín de las Hespérides.
Lo que los datos no dicen, es que León no sería quien es sin el espíritu de su pueblo, representado por esa luz cegadora de sus calles en verano, las hojas muertas de la Avenida de las Palmeras en otoño, en los alrededores de los bares Perico y Canaletas… o la bravura del mar contra la Barra, las luces de los barcos en el horizonte de nuestro mar infinito en las noches de verano y los paseos al atardecer por el Balcón del Atlántico o hacia los Viveros… El espíritu de aquel pueblo eran sus gentes y sus fiestas, una determinada alegría de vivir que se revelaba en sus gymkanas, sus verbenas, la noche de San Juan, las bodas musulmanas nocturnas, los gnawas, los bailes de la Unión Española, los guateques, el Purím en el Casino Israelita, los baños en la Otra Banda, los espectáculos en el Teatro España, el fútbol en Santa Bárbara, el Zoco Chico al caer la noche (benditos sábalos recién pescados)… Lo que los datos no dicen es que la memoria sentimental de aquel niño larachense se conformaría para siempre unida a su abuela Luna y a sus tías Simy, Raquel y Mery, las hermanas de su padre, y a su prima Flora, esas mujeres que tanto significaron en su primera infancia y puedo imaginar que en el transcurso de su vida.
19 respuestas
De esa fotografía de Larache de los años 50 o 60, destaco la LUZ, la NOSTALGIA que provoca y la FAMILIARIDAD. Esa imagen hace parte de mí. Gracias también por tus comentarios. El libro se presentará seguramente en la segunda quincena de febrero en Algeciras.
un abrazo, amigo,
Gracias a ti, León. Cuando sepas la fecha de la presentación, la anunciaremos.
Un abrazo
Hola Leon, esos Apuntes deben contener valiosos momentos,y, te deseo pleno éxito; hola Sergio, bonita presentación, como lo sabes hacer siempre tan bien.
» Luz, Nostalgia, Familiaridad» es lo que lleva para mí Larache.
Gracias, Danielle. Besos
Abrazos Danielle. El otro día te vi en una foto del Lycée y volví a recordarte como eras.
La belle époque, apreciado Léon!!!! je t’embrasse bien fort.
Bello! Este maravilloso sentir de esa niñez yesos recuerdos y olores imborrables del escritor….Los revivimos con el todos los q hemos nacido, en esa tierra q nos vio nacer…..Gracias León Cohen.
Gracias a ti Olga.
El CV más entrañable y hermoso que yo haya podido leer, cargado de vida e inolvidables momentos…
Te deseo, León, grandes éxitos con este nuevo título y lo mejor, siempre.
Gracias Joana.
Amigo Sergio: El libro se presentará en principio, en el salón de grados de la Escuela Politécnica, el jueves 19 de febrero a las 19 horas. Cuando tenga el anuncio de la UCA te lo mandaré.
De acuerdo. Un abrazo
Es verano amigo Sergio, hace tiempo que no coincidimos, aunque lo hagamos en el pensamiento. He vuelto a tu blog y a este comentario tuyo sobre mi libro, paseando larachensemente, como bien dices, por esa gran avenida de la información que es Google. Y quiero de nuevo agradecer tus acertadas, íntimas y cariñosas palabras, y sobre todo, agradecer a Internet, ese prodigio de la tecnología moderna, que nos haya permitido conocernos, dar a conocer nuestra literatura y reencontranos con nuestro pasado y con multitud de amigos de antaño. Nuestra existencia se ha vuelto más pública pero también más cercana y nos ha convertido en un poco menos mortales, de la misma forma que lo hace el cine con los actores a los que siempre podremos seguir viendo aunque ya no estén. Como decía Pilar Miró: Gary Cooper que estás en los cielos … nunca dejaré de verte como eras.
Vaya, León, me ha emocionado mucho tu comentario. No lo vas a creer, pero llevo días pensando que es hora de poner alguno de tus cuentos y saborearlo con los que entran en el blog… Habrá que hacerlo, ¿no te parece?
Ya sabes que me tienes aquí para lo que necesites, como siempre. Y, de verdad, me pasa lo mismo contigo: una suerte haberte «reencontrado». Un abrazo muy fuerte, y mil gracias.
Para mi amigo Sergio, esta pequeña confidencia:
De mi útima visita a Tánger, el 1 de junio de 2015, tengo todavía el sabor del té con luisa o yerbaluisa. Fue una excursión a un torneo de fútbol celebrado hace un mes. Jugaba mi nieto Álvaro, ese futbolista al que yo tildo de prodigioso. Y dónde crees amigo que se celebró el torneo? En el Souani. Un estadio histórico, que había quedado en la ruina y que han medio recuperado y no ha quedado del todo mal, aunque ya no es el estadio municipal de Tánger. Han hecho uno nuevo, por lo oído estupendo. ¡Cuantos recuerdos futboleros para mí! Nadie podía imaginar entre los asistentes, que un día yo gambeteé por esa hierbas de dios como un Garrincha cualquiera, hace, pues eso, 50 años. Y ahora le tocaba a mi nieto. Los círculos siempre acaban cerrándose, los del tiempo también. Fueron tres días, pero con poco tiempo disponible. Anécdotas: saludé al viejo ya, como yo, dueño de los bocadillos de la calle Méjico, y se alegró aunque no me recordaba. Tuvo el detalle de obsequiarme con un bocadillo, que evidentemente rechacé porque entre otras cosas, no tenía hambre, pero él insistió y les regaló unas patatas a mis nietos. Y es que nuestra gente es así de hospitalaria y de generosa. Estuvimos alojados en el Rembrandt y cada paso que di en cualquier dirección, por el Boulevard, por la Calle Goya, por el Lycée, me tenía un recuerdo guardado. Mucha nostalgia. Pero también supe dar paso al presente y dejar fluir a la vida, como decía Lamartine: l’homme n’a point de port, le temps n’a point de rive, il coule et nous passons…Jasrá. Tánger ha crecido tanto que casi me pierdo, por sus barrios.
En cuanto a la foto, delante de la Librairie des Colonnes, lugar tan simbólico,tan de la «inteligentia» tangerina, tan made in Tangier, tan Jorge Semprún y su editorial Círculo Rojo o algo parecido, tan Haro Tecglen, no puede evitar que me vinieran a la mente muchos recuerdos del sitio y uno sobre todo: un día hablando con Picho,un amigo del Lycée, ambos con gabardina, mientras llovía suavemente, ahí mismo, hablando del futuro, de la vida, filosofando, mientras nos esperaba por delante toda una vida, 50 años, casi nada.
PS: Sergio , te mando la foto a tu correo para que la incluyas.
León, esto es un fantástico relato. Gracias
He añadido la foto al artículo…
Acabo de ver la foto. Gracias de nuevo.
Tenía alguna duda sobre el nombre, pero lo he consultado y se puede escribir Hierba luisa, o hierbaluisa, o también yerbaluisa o como la llaman en Tánger simplemente luisa.
salud