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ERNEST BORGNINE, un actor

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[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=cEeGnytI_KU]

    Acaba de morir el actor Ernest Borgnine. Para la mayoría de la gente de aquí, este nombre no le dirá nada, pero para los amantes del séptimo arte representa la pérdida de un cierto cine que nos hizo soñar. Digamos que en cierta forma crecí viendo envejecer a Ernest Borgnine.

    Es quizá uno de los actores de reparto más impresionantes, tanto por su atípico físico como por la fuerza de la que dotaba a sus personajes. Era grande, robusto, de rostro amenazador cuando hacía de pistolero, matón o bandido, y este rol lo bordó en muchas ocasiones. Pero también podía interpretar a un hombre bonachón, asustadizo, cercano, humano. Imborrable esa pequeña separaración entre las paletas centrales de sus dientes cuando sonreía…

    Al ver la noticia por televisión, me vino enseguida la imagen violenta y pendenciera de su personaje Bart en <Johnny Guitar>, en concreto la escena en la que trata de provocar a Johnny llenándole una y otra vez su vaso de whisky hasta que terminan en una antológica pelea marrullera y sucia. Como “malo” de las películas del Oeste era fantástico.

Ernest Borgnine en Johnny Guitar -primero a la izquierda-

    Y, por supuesto, los mejores realizadores de la época supieron explotar su físico y su buen hacer interpretativo, así que repasando por encima algunos de los títulos en los que actuó uno se da cuenta que posee una de las filmografías más impresionantes de la historia del cine: la mencionada <Johnny Guitar> de Ray, <Busca tu refugio> (Run for cover) de nuevo con Nicholas Ray, <Veracruz> de Aldrich, <Conspiración de silencio> (Bad day at Black Rock) de Sturges, <Jubal> de Daves, <Chuka> de Douglas o <Grupo salvaje> (The Wild bunch) de Peckinpah, que contiene otra de sus memorables interpretaciones. ¿Cuántas obras maestras he citado? Y sólo son algunos de los westerns en los que intervino…

Ernest Borgnine en Grupo salvaje

    Pero luego está su también inolvidable personaje del Sargento Fatso Judson en <De aquí a la eternidad>  (From here to eternity) de Fred Zinnemann, otro papel secundario que, sin embargo, se hace irrepetible. Inolvidable su manera de moverse con una violencia a flor de piel, con ese odio hacia el personaje encarnado por Frank Sinatra, y que igualmente dio lugar a otro de esos momentos de oro del cine…

Ernest Borgnine, el sargento Fatso Judson enfrentándose a Frank Sinatra en DE AQUI A LA ETERNIDAD

Como son inolvidables sus papeles en films históricos o bélicos que también forman parte de nuestra iconografía cinematográfica: <Demetrius y los gladiadores> (Demetrius and the gladiators) de Daves, <Los vikingos> (The Vikings) de Fleischer -¿cómo olvidarlo en este mítico film de aventuras?-, <Barrabás> igualmente de Fleischer, <El vuelo del Fénix> (The flight of the Phoenix) y <Doce del patíbulo> (Dirty dozen) ambas de Robert Aldrich, con el que también hizo film excepcional: <El emperador del Norte> (Emperor of the North Pole), donde junto a Lee Marvin asistimos a uno de los duelos interpretativos y físicos más estimulantes de los años setenta, y hasta John Carpenter lo reclutó para su futurista <1997: Rescate en Nueva York> (Escape from New York). ¿He vuelto a mencionar otras obras maestras del cine y algunas pequeñas joyas? No sé cuántos actores podrían alardear de una carrera así, muy pocos, sin duda, ni siquiera muchas de las estrellas más rutilantes cuentan con un número similar de películas excepcionales como las de Ernest Borgnine.

    Una curiosidad significativa: siendo uno de los actores secundarios o de reparto más extraordinarios, ganó un Oscar, pero el premio se le dio, curiosamente, como Mejor Intérprete principal por la película <Marty> de Delbert Mann en 1955. Eso quiere decir que era un actor como la copa de un pino; pero su físico no era el de una estrella, no era alto y delgado ni espigado, no se parecía a Gary Cooper ni a Henry Fonda, y quizá por ello, pese a que se le reconoció con ese premio una calidad interpretativa incuestionable, su físico le llevó a convertirse en el rey de los actores secundarios pendencieros, violentos y brabucones, especialmente de los años cincuenta y sesenta. Jamás dejó de trabajar. Ha muerto con las botas puestas, tras rodar otra película con 95 años de edad, y dicen que ha sido posiblemente el actor americano más querido por el público de su país, tanto por su trabajo como por su labor humanitaria.

Ernest Borgnine como Marty

   Aquí, ya lo decía al principio, no se le conocía mucho por su nombre, pero cuando ha aparecido en las noticias de televisión todo el mundo le ha reconocido al instante: Ernest Borgnine, ese vaquero pendenciero y violento que tenía en realidad un corazón de oro, el odioso sargento Fatso Judson, el bueno de Marty…

Sergio Barce, julio 2012  

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8 respuestas

  1. Su rostro inconfundible, el nombre también, pero el apellido lo habré dicho de mil maneras diferentes y no me habré acercado al original ni remotamente. Como actor me impactó en muchas de las películas en las que intervino. Sus personajes de forajido los interpretaba de una manera visceral y orgánica,como si algo le quemara en la sangre y se desbordase por esos ojos pequeños y brillantes que acentuaban sus enormes y pobladas cejas. La boca grande, cercana a las fauces de un animal, se volvía cruel y sanguinaria cuando sonreía de ese modo tan peculiar. Por todo ello, porque sus villanos no eran retorcidos ni psicológicamente complejos sino más bien víctimas de su destino, este actor siempre gozó de mi simpatía. A pesar de su eterno papel de «malo» yo le habría dicho: «¿Sabe una cosa? usted me cae bien y no sé por qué».
    Por señalar una entre muchas, aparte de esa obra de culto que es Johnny Guitar, aluciné en su momento con «Grupo Salvaje» de Sam Peckimpah. En «De aquí a la eternidad» una obra maestra, podría llevarme horas hablando del guión, de ese reparto de lujo (con uno de mis actores fetiche: Monty Clift) de la fotografía, los diálogos etc etc.
    Excelente actor, y muy generoso como compañero de reparto, cuando observas que es él quien lleva el peso interpretativo en muchas secuencias, el motor dramático en los diálogos y réplicas… y sin embargo, cede plano para que el protagonista, la estrella de turno, brille con más fuerza. Sí, decididamente, me caes de P.M, Ernest Borgnine.

  2. Por cierto, el apellido original era Borgnino -¿tal vez más fácil de pronunciar…?- procedente de inmigrantes italianos de Módena.
    Gran descripción, Fran, para este excelente actor en este no menos brillante blog!!

    1. Joana, no sabía que este actor tuviese antecedentes italianos. Pues sí, ahora, el apellido es más fácil de pronunciar jajajjaja…
      Siempre fuí un apasionado del cine (en su momento me tragaba todas las películas de arte y ensayo) los actores y de los diálogos de las películas. En este aspecto, «el dueño de este cortijo» también nos tiene bien alimentados.
      Un abrazo.

      1. Coincido en lo que dice Joana, pero la manera en que describes a Ernest Borgine, Fran, es perfecta, es como yo también lo he visto siempre. No sé tú, pero seguro que viene del mismo origen, pero yo comencé a amar el cine en las pantallas del Avenida, Teatro España, Coliseo, Ideal, especiaslmente en éste, al que muchas veces Emilio Gallego nos colaba… Iba todos los fines de semana al cine, a ver lo que fuera, especialmente westerns, pero eso creó un poso que luego, como tú, creció en el Cine Club Universitario. Incluso en la Facultad de Derecho montamos un pequeño Club de Arte y Ensayo que inauguramos con «La jungla de asfalto»… En fin, que el cine es parte de nuestras vidas.
        Un abrazo para ti, Fran, y un beso para Joana.
        sergio

  3. Mi madre, cuando lo ve en cualquier película, dice siempre lo mismo «mira es Marty». Mis padres me inculcaron el arte del cine y hoy en día, casi todas las películas que tengo, y son las que más me gustan, son las de los años 40 y 50. Mi actor preferido ha sido siempre Spencer Tracy, aunque tengo muy buenos recuerdos de otros grandes «monstruos» del celuloide, como Antony Quinn ( en La Strada, El tesoro de Santa Fe, Notre Dame de París, etc,), Maximilian Shell (Vencedores y vencidos, El hombre de la cabina de cristal), Charles Laughton (Testigo de cargo), James Stewart, etc, etc etc y un largo abanico de artistas que me han hecho la vida mucho más agradable.
    Yo también empecé a amar el cine con el Avenida, el Ideal, el Coliseo, y en el Teatro España ví la primera pelícua erótica de mi vida con mi inolvidable Emilio Santamaría, se llamaba «Les folles nuits de Mme Bobary». Barrales, el peluquero repitió durante varios días seguidos. No os quiero aburrir más con «mi cine», pero no voy a perder la oportunidad de citar a dos grandes del cine cómico, uno al cual me ha encantado su forma de «cantinflear», con sus «pelis» y en su vida privada, Mario Moreno «Cantinflas» y el otro, del cual voy a citar algo hermoso sobre la vida.
    «La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos». Autor: Charles Chaplin.
    Gracias Pipo y Sergio, y un saludo a todos

  4. hola….aqui alguien que busca a un actor, de esos años dorados lo unico que recuerdo es que tenia su boca grande y cuadrada…(casi nada ) no se si era americano, italiano..no lo se….
    si me pudieran dar una lista de algunos de ellos con esa caracteristica …para al fin encontrarlo, ttubo un hijo artista tambien.
    mcordova@oj.gob.gt

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