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MARRUECOS, HOLLYWOOD Y EL CINE NEGRO

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Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en
Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en <Casablanca>

Para Hollywood, Marruecos siempre fue un lugar exótico y, como tal, escenario perfecto para películas de aventuras y, especialmente, de cine negro. Por supuesto, en la mayor parte de esas películas, el Marruecos que se mostraba al público era de cartón piedra, construido en los estudios americanos.

Hoy voy a señalar algunas de estas películas, más adelante añadiré otros títulos. Por supuesto la más emblemática debe abrir este pequeño artículo: <Casablanca> (1942) de Michael Curtiz.

Bogart, Rains, Henreid y Bergman en el Café de Rick
Bogart, Rains, Henreid y Bergman en el Café de Rick

La he vuelto a ver hace un par de semanas, y la encuentro fresca, sin que el tiempo parezca pasar por esa historia inmortal. La emocionante escena en la que en el Café de Rick cantan <La Marsellesa> para acallar a los nazis te ata un nudo en el estómago.

Es una película perfecta. Mientras tanto, Ingrid Bergman gana con los años…

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=TLU41jUnWM4]

Pero no voy a decir nada más de esta obra maestra del cine. Todo está dicho, y por entendidos más sesudos que yo. Me limitaré únicamente a transcribir una escena de la película, que reproduzco del guión del film que tengo en la versión traducida y comentada por Pablo Sánchez Martín, publicada por <Film Ideal> en 1997.

casablanca cartel

EXT. PUESTO DE TELAS – DÍA:

ILSA (Ingrid Bergman) examina un mantel que un VENDEDOR marroquí intenta venderle. Éste lleva un letrero que dice: <700 francos>. Ilsa, aunque se ha dado cuenta de que Rick viene hacia ella, prefiere mostrarse abstraída en sus compras.

VENDEDOR:   …No encontrará otro igual en todo Marruecos, mademoiselle. Sólo setecientos francos.

RICK (Humphrey Bogart) se acerca a Ilsa.

RICK:   Te va a engañar.

Ella vacila durante unos instantes; luego, se da la vuelta hacia Rick y se dirige a él de una manera meramente formal.

ILSA:   No me importa, gracias.

VENDEDOR:   ¡Ah! Es usted amiga de Rick. Para amigos de Rick hay un pequeño descuento. ¿Dije setecientos francos? Se lo dejo en doscientos, ¿eh?

El marroquí saca, de debajo del mostrador, un cartel en el que se lee: <200 francos> y lo cambia por el anterior.

RICK:   Lo siento; no estaba en condiciones de recibirte cuando viniste anoche.

VENDEDOR:   Y para amigos especiales de Rick, hay descuentos especiales. Sólo cien francos.

El vendedor guarda el segundo cartel y saca un tercero en el que se lee: <100 francos>

15-casablanca

RICK:   Tu historia me dejó algo confundido. Tal vez fuera el whisky.

VENDEDOR:   Tengo manteles, servilletas…

ILSA:   Gracias. No quiero nada.

VENDEDOR:   Por favor, un momento.    (marchándose apresuradamente)

RICK:   Bien, ¿por qué viniste? ¿Para explicarme por qué me dejaste plantado?

ILSA:   (serenamente)   Sí.

RICK:   Bueno, explícamelo. Ahora ya no estoy bebido.

ILSA:   No lo creo necesario.

RICK:   ¿Por qué no? Al fin y al cabo me dejaste plantado con un billete de más.

ILSA:   (despacio)   Anoche comprendí que habías cambiado. Se lo habría dicho al Rick que conocí en París y él lo habría entendido…   (su mirada se llena de rabia)   Pero el que me miraba con tanto odio, ese…   (volviendo su rostro)   Pronto me iré de Casablanca y nunca más volveremos a vernos. No nos conocíamos cuando nos amábamos en París. Si no nos vemos más, recordaremos aquellos días, y no Casablanca, ni lo de anoche.

RICK:   (en voz baja, pero con energía)   ¿Acaso tuviste miedo a enfrentarte con la vida que yo podía ofrecerte, huyendo de la policía, huyendo, huyendo siempre?

ILSA:   Si lo prefieres, puedes creer eso.

RICK:   Bueno, ya no tengo que huir más. Me he establecido. Sobre un tugurio, es cierto; pero si quieres venir, te estaré esperando.

Ilsa se vuelve hacia él.

RICK:   (sigue)   Algún día mentirás a Laszlo y volverás.

ILSA:   No, Rick, porque Victor Laszlo es mi marido.

Rick la mira fijamente.

ILSA:   (sigue)   Y lo era ya cuando estábamos en París.

Ilsa entra en el café en busca de Laszlo y Ferrari. Rick la sigue con la mirada. Luego, abandona el lugar en dirección contraria.

El vendedor vuelve cargado de artículos para mostrárselos a Ilsa y descubre consternado que no está. Deja la mercancía en el mostrador y, con un gesto de tristeza, vuelve a cambiar el letrero de <100 francos> por el de <700 francos>.

Casablanca 4

Junto a <Casablanca> habría que mencionar <Marruecos> (Morocco) de Josef Von Sternberg, pero es más de aventuras y la dejaré para más adelante. Lo cierto es que, como cine negro, el resto de los films ambientados en Marruecos no llegan ni de lejos a la altura de la película de Curtiz, salvo <El hombre que sabía demasiado> (The man who knew too much, 1956) de Alfred Hitchcock. Pero en su contra está el hecho que sólo una parte del metraje se desarrolla en Marrakech. No obstante, es una joya del cine hitchcockiano, y un buen cinéfilo no puede olvidar la escena en la que Louis Bernard (Daniel Gélin), disfrazado con una chilaba, cae mortalmente herido en los brazos del doctor MacKenna (James Stewart) y cómo sus dedos destintan, al intentar sujetarlo, su rostro maquillado con el que pretendía hacerse pasar por marroquí…

Junto a James Stewart, actuaban Doris Day, Brenda de Banzie, Daniel Gélin, Bernard Miles y Alan Mowbray.

 El Hombre que Sabía demasiado

Dejando atrás estas dos películas, el resto, como digo, es más cine de género B.

Títulos como:

<Trouble in Morocco> (1937) de Ernest B. Schoedsack –autor del inolvidable <King-Kong>-. La película la protagonizaban Jack Holt, Mae Clark, C. Henry Gordon y Victor Varconi.

Trouble in Morocco 

<Tánger> (Tangier, 1946) de George Waggner, interpretada por María Móntez, Sabú, Robert Paige, Preston Foster y Reginald Denny. Mezcla de cine negro y aventura, con dos estrellas del technicolor y del cine de fantasía, la bellísima Móntez y el ídolo infantil Sabú.

Tangier con María Móntez 

 <Aquel hombre de Tánger> (1950) de Robert Elwyn, con Nils Asther, Roland Young, Nancy Coleman, Margaret Wycherly, José Suárez y Sara Montiel, que interpreta a una marroquí: Aixa.

 Aquel hombre de Tánger

En 1953 se estrena <Flight to Tangier> de Charles Marquis Warren, realizador especializado en westerns y películas de aventuras, dirigió este film negro que protagonizó el magnífico Jack Palance, junto a Joan Fontaine, Macel Dalio, Robert Douglas, Corinne Calvert y John Doucette.

 Flight to Tangier

Y del mismo año 53 es <Los misterios de Tánger> (Tangier incident) de Lew Landers. Está interpretada por George Brent, Mari Aldon y Dan Seymour.

 Los misterios de Tánger

<Thunder over Tangier> (1957) de Lance Comfort. Con Robert Hutton, Lisa Gastoni y Martin Benson.

 Thunder over Tangier

<Encrucijada mortal> (The ceremony, 1963) de Laurence Harvey, que interpreta él mismo, junto a Fernando Rey –uno de los actores que más ha rodado en Marruecos, como iré relatando en otros artículos-, Sarah Miles, Robert Walter jr., John Ireland, Ross Martin, Jack McCowan, Fernando Sancho, José Nieto y Carlos Casaravilla.

Encrucijada moratl

El argumento de este film arranca con un atraco a un banco en Tánger. Un policía es asesinado durante el asalto, pero la banda logra huir con el dinero. Sin embargo, su jefe es capturado. Aunque él no ha cometido el crimen, incluso ha tratado de evitarlo, es juzgado y sentenciado a ser fusilado por un pelotón de ejecución. Su novia planea con el hermano de él, un audaz plan para que escape de la prisión…

El ultimatum de Bourne 

Como hemos visto en esta reseña, Tánger parece la ciudad preferida para las producciones americanas que han elegido Marruecos para contar sus historias. Incluso en los últimos años, ocurre algo similar. Ahí están las espectaculares escenas filmadas en las calles de Tánger para la trepidante <El ultimátum de Bourne> (The Bourne ultimátum, 2007), rodadas por Paul Greengrass, con Matt Damon de protagonista perseguido por un asesino de élite marroquí por las calles de la ciudad, y donde es fácil reconocer el Café de París, y la Place de France, las calles del zoco…

 

Matt Damon en una escena de , en Tánger
Matt Damon en una escena de <El ultimatum de Bourne> , en Tánger

Seguiremos visitando Marruecos a través de la gran pantalla…

 Sergio Barce, enero 2013

 

 

 

 

 

 

 

 

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4 comentarios

  1. Puedo decir que es «mi película» y que, para mi, en sus 70 años no ha perdido su magia y seguirá siendo una de las mejores películas de la historia del cine. Siempre que vuelvo a verla o a leer algún artículo sobre ella siento la misma emoción que la primera vez.
    Preciosas las fotos en blanco y negro… sobre todo la primera.
    Esta noche le diría a Sam (Dooley Wilson-que, por cierto según leí, no sabía tocar el piano-) tócala otra vez…
    As Time Goes By….
    Gracias, Sergio, por esta maravillosa entrada de CINE!!!
    Un beso

  2. Excepto las dos primeras y última de la lista, del resto no tenía conocimiento de ellas, y menos aún, que existiesen películas con argumentos y escenarios relacionados con Marruecos. Me ha encantado este descubrimiento. El arte del regateo del vendedor de «Casablanca» es genial, qué hábilmente está colocado en la escena como contrapunto en ese vibrante diálogo entre los dos protagonistas. En verdad, el guión completo de este film es redondo de principio a fin.. ¡Y pensar que se hizo casi sobre la marcha!
    Un abrazo.

    1. Increíble, 3 años despues de leer este comentario hice uno segundos antes inusualmente semejante, por no decir igual en 2 o tres oraciones!!!…
      Solo puntualizar que la participación del vendedor es idónea, un toque fresco y de humor en un contexto de encuentro y conversación seria, sentida, llena de amor, rabia, rencor y expectativas…

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