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EL KIPUR Y LAS LESHINAS DE LARACHE, por el doctor larachense JOSE EDERY BENCHLUCH

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Hoy comienza el Rosh Ashaná. el Año Nuevo hebreo, que se celebra el primer y segundo dia de tishrei (primer mes del calendario hebreo) y que este año comienza al atardecer del día 28 de septiembre y acaba al anochecer del día 30, del año hebreo 5772.

Como manda la tradición larachense, cuya costumbre hace que siempre celebremos juntos las fiestas de las otras confesiones, para felicitar a mis amigos hebreos por esta fiesta, tengo la suerte de contar con un divertidísimo y curioso texto de mi paisano y amigo José Edery Benchluch, referencia para todos los larachenses.

JOSE EDERY

José Edery nació en Larache en 1938 (como él diría, ya ha llovido). Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada, ha estado siempre vinculado al Servicio Exterior de España, especialmente en el continente africano. Ha sido, entre otras cosas, Director del Gabinete Médico del Ministerio de Asuntos Exteriores. Es autor de numerosos tratados, y como me ha contado en más de una ocasión, siempre habla en sus libros de Larache, aunque sólo sea en una línea. Me ponía como ejemplo que, al redactar una guía sanitaria de África, si describía una plaza de alguna ciudad siempre añade «muy parecida a la plaza de España de Larache», y así ya cumplía su promesa de escribir siempre algo de su querida ciudad en todos sus libros.

SERGIO BARCE & JOSE EDERY

José Edery nos regala el texto que a continuación reproduzco, igual que nos viene regalando su amistad, su simpatía y su extenso conocimiento. Si alguien puede hablar de la Aixa Candixa, de quién vivía en una casa determinada en una de las calles de la Medina, de qué ocurrió en Larache en tal año, de quién es familia de quién en su ciudad natal, es él, nuestro particular y vivo libro de consulta. Y, sin ser pretencioso, contar con su amistad es un privilegio.

Sergio Barce, septiembre 2011

El Kipur y las leshinas de Larache

por  el Dr. José Edery Benchluch

                  Ayer tarde, comenzando el mes de Elul, mi esposa Loly me compró en el mercado unas naranjas pequeñas, muy verdes y agrias, pues sabía que me gustaban. Lo que desconocía es que me inspiraría las siguientes líneas, cuando me desperté de madrugada bañado en sudor, al rememorar por su especial sabor y aspecto recuerdos de mi ciudad natal y de sus pascuas.

                Había sido una calurosa noche madrileña sin que pudiera precisar si correspondía al “veranillo de San Miguel” llamado también ”de los membrillos”, que era un pequeño periodo de calurosos días posteriores al verano; o era que el verano todavía arreciaba en la capital con sus altas temperaturas. Casi echaba de menos el frescor jerosolimitano de las semanas anteriores que había pasado con mi familia con ocasión de la magnífica e inolvidable boda de mi hija Sara con Michel Glanstein en Tierra Santa.  Así como la frescura del aire al atardecer de Beer Sheva en pleno desierto del Neguev; y hasta de la húmeda brisa marina matinal y vespertina  por los paseos marítimos de Tel Aviv y Herzelya Pituah (donde está situada la Residencia de la Embajada de España).

                  Lo único positivo del calor madrileño era que el sacrificio por despertarme era menor en abandonar el lecho de madrugada para acompañar en la esnoga (sinagoga) a mis correligionarios en meldar (J= rezar) las Selijot. Pero en esos instantes se me planteaba un dilema religioso y conyugal. Por un lado el abandono de la frescura de la cama tras una calurosa noche, era aprovechado instintivamente por la adormilada pareja para extender sus cuatro miembros, colocarse boca abajo y tomar total posesión de toda la anchura del lecho. Postura cuya visión  suele exacerbar en unos instantes la libido marital, sobre todo que casi siempre suele ir acompañada del  involuntario y despreocupado movimiento de una “descolocación erótica” del camisón. Unido ello que a nuestra edad el súbito pensamiento libidinoso se ve favorecido por la plenitud de la vejiga urinaria rellenándose durante la noche, que incide en la próstata, y traduciéndose en la consabida y momentánea erección matinal. La pregunta de Shakespeare del “ser o no ser” hubiera sido en esta situación: ¡Relaciones o bien Selijot¡   

                Las Selijot o “rezos de perdón” son las preces que se efectúan antes del amanecer durante los cuarenta días que preceden al Yom Kipur o “Día del Perdón”. Su nombre  proviene de la voz shlijá que significa en hebreo perdón aunque también puede referirse a reflexión. Es el meldado (J= recitado o rezos) que durante el mes de Elul y parte de Tishri se hace al muddem (J= relacionado con el amanecer del almuédano) poco antes de que amanezca, de los Trece Atributos de Misericordia de Moshé Rabenu como viene explicado en el Pentateuco en Shemot (H= Éxodo). Se conmemora y rememora la oración de petición de perdón para su pueblo cuando Moisés (Moshé Rabenu) subió al Monte Sinaí para recibir por segunda vez las Tablas de la Ley. Es como una preparación diaria comenzando en el mes de Elul, mes que precede al de Tishri (primer mes del año), como preparación a la teshuvá que culminará durante las tefilot  (H=oraciones) en las fiestas de Roch Achaná y en Kipur.

                 La teshuvá (H=retorno) se refiere al regreso a la ortodoxia y fe judía y es un requisito para la salvación del cual depende el que retorna a las creencias del judaísmo (Baal Teshuvá). Los ashquenazís suelen comenzar las selijot aproximadamente una semana antes de Rosh Achaná (H= cabeza de año); y a diferencia de los sefardíes se ponen el talet gadol o manto ritual de oraciones, aunque todavía sea de noche y tocan el shofar (cuerno ceremonial de carnero) todos esos días en las tefilot (H=oraciones) del shahrit (rezos matutinos). Recuerdo que en algunas esnogas (J=sinagogas) de Marruecos y Túnez el shaliaj shibur (oficiante principal) se ponía el talet gadol como para darle mayor solemnidad al acto, y algunos fieles también lo usaban siempre que el talet se lo prestasen.

                Cuando terminé el shahrit en la Esnoga  Bet Yaacob (“Casa de Jacob” en recuerdo del banquero Jacob Zafra) la principal sinagoga de Madrid y una de las dos que suelo frecuentar con asiduidad (la otra es Or Hayeladim) y tras desayunar con algunos amigos en la cercana cafetería “La blanca doble”, en la calle Santísima Trinidad, continué por la calle Eloy Gonzalo. Atravesé la popularmente llamada Plaza de Iglesia (Plaza del Pintor Sorolla) y me dirigí a la cercana calle Alonso Cano, donde estaba situado el conocido mercado en el que durante unos años estuvo ubicada una excelente carnicería cacher (que sigue las normas dietéticas judías en el sacrificio de animales) o kosher para los ashquenazís. Amen de ser conocido el mercado por los judíos oriundos de Marruecos por sus excelentes, aunque siempre caras, turmas o criadillas de tierra o terfas (AM). Estos hongos se cocinaban tradicionalmente en Pessaj (Pascua) con cordero y en Marruecos con el pez fluvial alosa en su variedad sábalo o shabel (AM), siendo los más apreciados los del río Lukus (Larache), del Ued Sebú (Kenitra) y del Bou Regreb (Rabat-Salé). 

                  Mi propósito era comprar si habían llegado por lo temprano de la temporada membrillos y azofaifas, que junto a las granadas, manzanas y dátiles eran los frutos que se bendecían en la cena de las dos primeras noches de Roch Achaná en la Diáspora o Tefutsot y en el Galut o exilio (una sola noche en Eretz Israel). Las granadas me las había comprado mi cuñado Hary Weiss de Beer Sheva de donde las traje, así como los dátiles de Jericó me los proporcionó mi cuñado Ilan Barkay en Kiryat Gat (el destino principal de los primeros tetuaníes que hicieron Aliá).Y mi paisana larachense Bella Buzaglo me había preparado del árbol de su jardín de Jerusalén una rica carne de membrillo, por si no encontraba el fruto en Madrid. Las azofaifas me las solía procurar en años anteriores de su finca malagueña en Alhaurín el Grande, mi amigo y colega el Doctor Juan Martín, sempiterno alcalde de la ciudad. La azofaifa es el fruto del árbol azofaifo (denominación de origen árabe) que es una drupa comestible de unos 2-3 centímetros, como una aceituna morada cuando está madura, dulzona y con textura parecida a la manzana; produciéndose su maduración a finales de verano. 

                 Por lo temprano de la hora las calles madrileñas estaban todavía desiertas, y las mercancías comenzaban a apilarse en los mostradores del mercado. Pero lo que inmediatamente me llamó la atención fue un gran montón de verdes naranjas junto a otro menor de verdes mandarinas. Eran las primicias de las primeras cosechas, con pocos compradores habituales madrileños. Inmediatamente me vino el recuerdo de los montones de esas verdes y agrias frutas tempranas, denominadas leshinas en jaquetía, que en los zocos larachenses del Mercado de Abastos y del Zoco Chico, así como de los de otras ciudades magrebíes, inundaban los suelos y tenderetes de los mercados. Vendían  las frutas la mayoría de las veces mujeres indígenas sentadas en el suelo y cubiertas con sus típicos vestidos de Yebala o del Rif y con grandes y amplios sombreros de paja para protegerse del intenso sol. Los presentaban en pequeños montones (AM= serram; J= arrom) a ras de suelo el conjunto, sin especificarse el peso que voceaban al grito de letshin  jdarim hamedin. (AM= “!Naranjas verdes agrias!”).

                Claro que también solían anunciar con las mismas voces las laranshas merrin que eran las naranjas amargas cuya pulpa se utilizaba en la cocina judeo magrebí para hacer ensaladas, generalmente molidas y mezclándolas con naranjas normales, aceite de oliva, ajo y apio; y que según se decía tenían la propiedad de abrir el apetito en los niños con pocas ganas de comer. La cáscara junto a la pulpa se utilizaba para confeccionar mermeladas y su gruesa cáscara para elaborar letuarios o fruta escarchada. Su árbol productor es un pequeño naranjo que los califas de Córdoba habían introducido en España como árbol ornamental y que hoy en día todavía podemos contemplar en plazas y jardines de las principales ciudades andaluzas. Sus flores de azahar junto al azahar del limonero son las más utilizadas por su espesor y consistencia para hacer confitura.

calle Real

                En Larache, durante el Protectorado de España, con una población judía de unas tres mil personas, casi todas las esnogas se ubicaban en las callejuelas laterales que derivaban de la Calle Real, que era la arteria principal de la ciudad antigua. No existía judería como tal, ya que en dichas calles de mayoría judía, también vivían en armoniosa vecindad musulmanes y cristianos. La excepción territorial de ubicación de estas esnogas era lo que se denominaba “El Barandillo”, que era como un paseo marítimo en la parte baja de la ciudad, donde antaño las olas del mar lamían y hasta sobrepasaban en los grandes temporales su larga y trabajada balaustrada de piedra. En el lateral del paseo, en sus  casas frente al mar se situaban entre otras esnogas la de Bendayán, que era la única de la ciudad que tenía una hazará (galería para las mujeres) balconada. Ya que las demás esnogas las mejitzas o separación de hombres y mujeres (el matroneum romano) solían ser habitaciones separadas del lugar de rezos por ventanales, celosías, mamparas o puertas. Situándose en una de estas casas del Barandillo el único mikvé (hamám o bañera y estancia especial para baños rituales) público para judíos(as) de la ciudad.

                El Kipur por la tarde entre la minjá (oración de la tarde) o antes de esta y antes de comenzar la Nehilá (el momento más solemne y determinante para nuestros pecados del “Día del Perdón” que culmina todas las plegarias anteriores con el emotivo e inigualable sonido del Shofar) los jóvenes solíamos pasear recorriendo el Barandillo para intentar conversar con las jóvenes y adolescentes. Ese día estaban muy radiantes luciendo su mejor vestido que generalmente habían estrenado en Roch Achaná, al igual que los niños y jóvenes que también solían estar de estreno. El pretexto de la aproximación era ofrecerles una verde leshina (J= naranja o mandarina) cuyo olor mitigase o aliviase un poco el ayuno que estaban soportando en ese día tan sagrado. Y para obtener estas primeras y olorosas frutas “visitábamos” unas pequeñas huertas propiedad de musulmanes, situadas en un altozano frente al cementerio viejo, y a espaldas del cementerio de Lala Menana el Mesbahía, la santa patrona de la ciudad.  Los sábados por la tarde después de comer la dafina u oriza, estas huertas, donde los propietarios les preparaban té con nahná (AM= hierbabuena) y shiva (J= artemisa o artemisia) para una mejor digestión, solían ser lugar de reunión de algunos judíos para jugar a las cartas.

            Digamos que ambas acciones, el hurto en los frutales y el cortejar a las jóvenes, no eran las más adecuadas en un día tan sagrado de ayuno y penitencia como preámbulo y preparación a una teshuvá o a un perdón de nuestros pecados. Pero era una tradición sin malicia, y ya se sabe que en el judaísmo magrebí la tradición es en ocasiones como la halajá. Si no que consulten en las takanot (ordenanzas o disposiciones) de nuestros numerosos rabinos de Argelia, Marruecos y Túnez. O con la obra de próxima aparición, DM, “Viajando por el Magreb Hispánico. Un intercambio de culturas” editada por la SGT del MAEC. Y también se podría decir condescendientemente en favor de estos adolescentes que el final del verano coincide con uno de los dos picos más altos (el otro se produce a principios de primavera) de una elevación fisiológica de la testosterona.

Madrid Septiembre-Octubre 2011- Dr. J.E.B. “Al Tebíb Harofé”

                        Abreviaturas:  J=Jaquetía-  AM= Árabe Marroquí-  H=Hebreo

                  A nuestros queridos amigos, sin distinción de confesión religiosa, les deseamos con todo nuestro afecto un feliz y buen (tová) año (shaná) nuevo.  LESHANÁ  TOVÁ  TIKATEVU  en este año entrante 5772, Y QUE DISFRUTEMOS y COMPARTAMOS CON SALUD Y ALEGRÍAS  ESTAS FIESTAS DE ROSH ACHANÁ, YOM KIPUR Y SUKOT

      Rosh Ashaná (Cabeza de año o Año Nuevo) –   28, 29, 30 de Septiembre 2011

      Yom Kipur (Día del Perdón)-    7 y 8 de Octubre

      Sukot (Fiesta de los Tabernáculos o Cabañas)- del 12 al 21 de Octubre

Desde Madrid   Loly y José Edery

 

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10 respuestas

  1. Gracias Sergio por las felicitaciones con motivo del Rosh Hashana, Año Nuevo judio, y por poner este escrito de Jose Edery, aunque yo lo habia leido porque el propio Jose me lo envio, siempre es bonito ver como das a conocer libros, escritos, fotografias, y cualquier otra cosa relacionada con Larache y con los larachenses…

    Que el año 5772 traiga paz en la tierra a los hombres de buena voluntad……

    Raquel

  2. Pues yo recuerdo a un amigo intimo amigo de mi difunto abueto materno Ali Timimi que ademas de ser su amigo era el sanitario o el enfermero de mi familia era conocido para nosotrospor el nombre de Yusef Benluchluch era un buen hombre humano y muy cariñoso un dia hace mucho tiempo pregunte por el al difunto Yusef conocido por pesetilla que era tambien amigo de mi familia y el es el que me dijo que el pobre Yusef Benluchluch que ha fallecido en Canda.abrazos cordiales.

  3. Pues yo recuerdo a un amigo intimo amigo de mi difunto abuelo materno Ali Timimi, que además de ser su amigo era el sanitario o el enfermero de mi familia, conocido para nosotros por el nombre de Yusef Benluchluch, era un buen hombre tan humano y muy cariñoso y también su mujer que vivían juntos en Calle Gris, su suegro joyero que tenia su tienda en el Zoco chico al frente de Bab Al Ghrisa y otra en Calle de Gallego era amigo de la familia y todas las joyas de mi familia estaban compradas de su joyería. Un día hace mucho tiempo, pregunte por Benluchluch Yusef al difunto Yusef conocido por pesetilla, que era también amigo de mi familia antes de emigrar de Larache a otro sitio y él es el que me informo que el pobre amigo de mi familia Yusef Benluchluch ha fallecido en Canda lo que me entristeció tanto su muerte y el morir fuera se su Larache la que amaba tanto que a cualquier otro sitio del mundo. Abrazos cordiales

  4. ¡Que interesante artículo! Durante años me sentí sola añorando la ciudad donde nací y que tuve que abandonar a los catorce años, ahora gracias al esfuerzo de Sergio y a todas las estupendas aportaciones y asombroso talento de los larachenses, recupero el paraiso perdido…

    Un abrazo desde Quebec

  5. Muy entrañable la nostalgia de ese mundo ya desaparecido y que recuerdo de mi niñez ,es de agradecer el recuerdo y el sentido del humor.Un antiguo moro de cuando aquello era España.

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