Víctor Pérez, poeta malagueño, en su estupendo blog, ha escrito un magnífico artículo,, un divertido ejercicio de crítica y de análisis, sobre mi novela «El libro de las palabras robadas». Resulta curioso leerlo porque Víctor me ha hecho ver otros entresijos y otros misterios encerrados en mi propio libro, algunos ni siquiera pensados o imaginados por mí, y eso le confiere a este texto un valor añadido, como si de una extraña puerta que invitara a lo inesperado se tratara.
Creo que es muy sugerente, y que merece la pena leerlo. También podéis hacerlo en el blog personal de Víctor Pérez, su enlace es el siguiente:
http://siroco-encuentrosyamistad.blogspot.com.es/
Realmente sorprende esta obra de Sergio Barce. Si habéis leído algunos de sus libros como yo, os daréis cuenta de que si bien el estilo impecable de Barce es reconocible desde el primer momento, la historia que afronta es distinta a las demás: intriga, misterio y acción, se aúnan para dotar a la novela de un atractivo especial para los amantes del género negro, un thiller muy interesante.
Elio Vázquez, el protagonista de la novela (ya nos alerta en una fantástica presentación su amigo Jesús Ortega el parecido sonoro con el nombre del autor Sergio Barce) es un escritor que se ve sorprendido en la presentación de su novela de un hombre que acusa al escritor de haber sido culpable en dicha obra de desvelar el secreto de un códice y poner en peligro la vida de personas.
En la novela que se presenta dentro de la novela de Barce aparece un protagonista llamado ¡Jesús Ortega! curiosamente el mismo nombre que presentó la novela el día 23 de septiembre en el Corte Inglés, si bien ya nos alertó Sergio que en el cartel de presentación del acto, que por error aparecía como presentador José Ortega. Fijaos bien: personaje dentro de una novela que es presentada por un amigo a su vez llamado igual que el personaje de la novela contenida en la novela que presenta y que a su vez es dedicada a una amigo fallecido llamado Pablo Cantos Ceballos que a su vez se llama como un vecino de este que escribe: Antonio Cantos Ceballos.
Si Jesús Ortega en la novela contenida en la que que presenta Jesús Ortega es Arturo Kozer, ¿quién es en realidad Jesús Ortega al que Sergio Barce invita a presentar el libro de las palabras robadas?
Misterio, círculos concéntricos, casualidades, muerte e intriga, toda una pléyade de asuntos que inevitablemente hacen especial para mi esta novela.
La lectura de la novela me rodea siempre de un ambiente donde la nostalgia y los recuerdos están plagados del aire enrarecido de penumbras de la memoria.
Elio Vázquez sometido a la terapia de su psiquiatra Moses Shentov, rememora constantemente un pasado donde sus recuerdos de Tánger aparecerán desde lo difuso para sorprendernos con la veracidad de los sueños.
La figura de su madre Ágata ya muerta y que aparece intensamente en las escenas más íntimas de Elio, la figura de su padre que es un presente insoportable para él, un presente donde la enfermedad del Alzheimer sobrepasa la capacidad de aguante de Elio y le obliga a dejarlo al cuidado de su hermana Silvia, Dalila Beniflah, una referencia constante en la mente de los hombres que han sido subyugados por su belleza, Joan Gilabert el editor ciego y su mujer Francesca que tanto protagonismo adquirirán en la intriga, los siempre importantes secundarios: Felix Quintá o Vilches que dotarán de perfiles sutiles la trama, sin olvidar claro está la poderosa figura de Arturo Kozer que es el que irrumpe en las primeras escenas de la novela o el maravilloso e inolvidable personaje de El Rubio, son todos protagonistas de unos diálogos dinámicos y ricos, de unas escenas llenas de movimiento y de humo, de un humo que se eleva siempre en el aire para describir espirales que terminan por disiparse en el aire; una novela de mucho humo donde Elio es capaz de dibujar círculos incapaces de estrellarlos contra los ojos de sus interlocutores, porque Elio Vázquez irá descubriendo su valor ante los riesgos de las situaciones cuando lo verosímil es ya una certeza y como en el laberinto de las bibliotecas borgianas irá escudriñando y conociendo la verdad de su vida mediante los encuentros en los recodos de su memoria.
Será la memoria de Elio la que desenmascarará en un brillante e inesperado final el destino del libro de las palabras robadas, del códice que entre Málaga y Tánger viajará como los recuerdos inolvidables de aquel humo del batiscafo del barco Ibn Batouta, que tan bien dibuja su hijo Pablo en la portada del libro, aquel barco que aunque prácticamente desaparecido de las redes de Internet queda indeleble en la memoria de Sergio Barce y en la de todos aquellos niños que viajaban desde Marruecos a la península.
Os dejo un pasaje del libro:
“ – ¿Encontraste el libro de Arturo Kozer?
-Más que eso…- le dije clavándole los ojos de manera que entendiese que ahora no debía interrumpirme.-Me dirigí al Parque. Llegué pronto, y , después de un buen rato, me di cuenta de que llevaba varios minutos dando vueltas en círculos mientras apuraba mi último Marlboro. Sacudí la cabeza, y me acerqué a las casetas. Los viejos best-sellers ocupaban el ochenta por ciento del espacio, pero a veces aparecía algo interesante. Compré un ejemplar de Pacífico de Garriga Vela, sin saber entonces que tenía entre manos una obra maestra. Estaba en perfecto estado, se notaba que sólo había conocido un dueño y de que éste cuidaba sus libros. También adquirí una edición muy deteriorada de La tregua de Benedetti, en este caso probablemente porque sus heridas movieran mi compasión. Poco a poco, me iba encontrando más relajado…-Moses Shemtov me escuchaba atentamente. Por fin me sentía bien mostrándole mi vida, como si hubiésemos llegado al punto ideal en que las confidencias se hacen precisas, casi necesarias. Se había ganado mi respeto. De modo que le conté, incluso, algunas de mis debilidades-. Ojeé muchos libros, y leí con curiosidad las dedicatorias escritas en algunos de ellos, que es uno de los encantos de los libros de segunda mano…”
Una novela que supone la consagración de Barce como escritor de géneros diversos, una novela que nos atrapa desde el principio hasta el final y que disfrutaréis leyendo.
por Víctor Pérez.
Un comentario
Tu novela, Sergio, se puede desdoblar aún más y no dejar de maravillarme su contenido… este análisis de Víctor es magnífico!!
…y me vuelvo a deleitar con el pasaje que él nos ofrece y tiene toda la razón cuando habla de una novela de mucho humo….
Un beso