Ya que estamos en pleno mes de Ramadán, creo interesante incluir este artículo de nuestro paisano José García Gálvea, que ha tenido la deferencia de enviarme, y en el que expone de una manera concisa y clara algo que nos ha marcado a varias generaciones de larachenses, el profundo respeto a las otras creencias, y que es una de nuestras señas de identidad. Por eso, en este sagrado mes para los musulmanes, está bien que lo recordemos y que, al echar una mirada atrás, lo valoremos como algo excepcional que tuvimos el privilegio de coprotagonizar. Sergio Barce, julio 2012
El apacible y alegre día a día que vivíamos en Larache entre musulmanes, judíos y cristianos, nos demuestran que el pacifismo, el respeto, la amistad y la comprensión entre culturas y religiones, no es ninguna utopía, si no mas bien una convivencia interreligiosa, que hace feliz al pueblo que la practica.
Hoy que, a través de los medios de comunicación, oigo hablar de conflictos interminables entre musulmanes e israelíes, o que se nos intenta vender que se ha inventado una “alianza de civilizaciones”, pienso que para los que no lo han conocido y mucho menos vivido, les resultaría difícil creer que existía un lugar como Larache, y no sé si este fenómeno ocurría o ocurre en algún otro sitio. Solo sé que Larache era así.
Era maravilloso oír las canciones hebreas en su Pascua, los villancicos de los cristianos en Navidad, o los característicos “Yuyus” femeninos en las fiestas musulmanas, que incluso se entremezclaban en numerosas ocasiones.
A nadie se le reprochaban sus símbolos, y nos merecían todo el respeto la Mano de Fátima, el Crucifijo, o La Estrella de David. Sinagogas, Mezquitas e Iglesias siempre fueron respetadas por los larachenses, miembros de las tres religiones, que convivíamos en las mismas calles, o compartíamos a menudo las mismas aulas en los colegios, manteniendo en multitud de ocasiones estrechos lazos de amistad, no siendo nunca las diferentes religiones motivos de disputas, porque por encima de todo unos y otros solo nos considerábamos larachenses. Así de sencillo.
Compartí mis juegos infantiles y mis inquietudes de adolescente, lo mismo con gente de mi religión, que con judíos y musulmanes, y hoy después de tantos años sigo conservando la amistad con muchos de ellos.
Cuantas veces he tenido que discutir con personas que han hecho comentarios gratuitos, desafortunados e indocumentados sobre el tema que nos ocupa, para hacerles ver la realidad, ya que la mayoría de ellas estoy seguro que nunca han tratado ni a un hebreo, ni a un musulmán. Y es que cuando se generaliza de algo sin tener los suficientes conocimientos, se incurre en unos errores que inducen a la estupidez.
En una ocasión leí a un rabino que escribía “La religión que nos diferencia, debe ser un gran lazo que nos una”, mientras que el Corán señala “Que todo musulmán debe defender su religión ante los demás, pero respetando a los que tienen otras creencias”, y por nuestra parte el cristianismo nos dice “Amaos los unos a los otros”. Pero lo más importante es que todas las religiones nos dicen que “todos somos hijos de Dios”.
Por todo ello quiero traer al recuerdo aquel maravilloso ejemplo de tolerancia que se vivió en Larache, en aquellos años donde todo fue tan bonito, debido a nuestras incomparables relaciones sinceras y sanas entre las tres culturas.
Bravo Pepe, opinamos igual, hay que tratar a las personas para saber como son, y las religiones no tienen por que separar a los hombres…nuestra sangre es roja como la de todos, sentimos, lloramos, reímos y sufrimos como todos…Larache y en general la mayor parte de las ciudades marroquíes acogió en su seno a 3 culturas, cuantas amistades se forjaron, cuantas lagrimas se derramaron al separarse….me gusto tu escrito porque es la verdad, si en Larache la unión pudo existir, por que tenemos que estar separados ahora? guerras, conflictos, discusiones, la política, los gobiernos, el petroleo, las armas, por que no podemos unirnos como antes? por que no volver a esos años que me cuenta mi madre? donde Mohammed, Moisés y Jesús caminaban unidos, paseando por El Balcón del Atlántico, charlando y comentando por el Zoco Chico….
Que foto tan entrañable… y no menos entrañable tan sensible comentario lleno de verdad.Era así,tal como lo describes,yo me uno a este sentir,ya que mis recuerdos están llenos de esas mismas vivencias… en el colegio…en la vecindad… enj juegos y paseos ahí estabamos mezclados,conviviendo con respeto,con cariño,yo tambien añoro aquellos tiempos,por eso,tampoco comprendo tantas noticias llenas de odio, no lo comparto…
Gracias por hacerme recordar y revivir
Un cariñoso saludo,MªCarmen
Gracias, paisano, por este ejercicio de sinceridad y buena fe. Avalo todo lo que has escrito por experiencia propia. En nuestra ciudad la harmonía era fruto del respeto que cada uno tenía a sus creencias y a las de los demás.
Nuestros mayores venían de una guerra que les había abierto los ojos hacia la miseria de los bajos instintos, tenían experiencia de lo que el odio gratuito puede engendrar. Y no lo querían para sus descendientes.
Por otra parte, Larache era una vieja ciudad, coqueta y multirracial, donde todo el mundo tenía derecho a celebrar sus fiestas, sin ser molestado por ello. Los demás intentábamos participar de ellas, con respeto y curiosidad.
Formidable articulo sobre la convivencia en Larache èste refleja exactamente la realidad vivida en nuestra ciudad, que para mi fue, ejemplo para el mundo, Gracias Jose y un abrazo de otro Larachense nostalgico
Si fuesemos capaces de retomar esa magnifica convivencia que relatas, yo recuerdo mis años de colegio en Rabat, en la estabamos mezcladas todas las cultura y nacionalidades, no era mas que una niña, pero capaz de darme cuenta que una gran armonia reinaba entre nosotros. Un fuerte abrazo
Gracias por hacerme recordar mis años de infancia entre diferentes culturas , Ahora y siempre me he sentido orgullosa de haber tenido una infancia en esas tierras-Mercedes Muñoz-
Qué maravillosos todos los comentarios y cuánta razón tienes, Pepe García Gálvez, en tu precioso escrito… También compartí colegio, juegos, mesa, amistad y momentos inolvidables… la mano de Fátima, el Crucifijo o la Estrella de David siempre estuvieron presentes en mi vida y me han enriquecido y me han enseñado a amar indiscriminadamente por encima de religiones y no pienso que sea mejor por ello pero sí que por ello tengo un inmenso tesoro!!
Mi más cálido abrazo para las tres culturas.
Y un beso para tí, Sergio.
Gracias Pepe asi era, y lo vivi tambien en soko l’Arba y en casablnanca.
Marruecos siempre fue conocido por un pais tolerante donde las religiones vivian en armonia. Somos todos hijos de D-ios, sigamos tolerantes y humildes.
un abrazo
Los seres humanos, el pueblo llano – por naturaleza – siempre encontró el modo de mirar a la altura de los ojos y el corazón de sus vecinos, y la manera de convivir dejando de lado, las diferencias de raza y religión. Prueba de ello, es el testimonio que José garcía Gálvez constata y da fe de ello en este relato. Por fortuna este tipo de tolerancia, también se produjo en otras épocas y lugares de la Historia de la Humanidad. Siempre fueron los dirigentes, reyes y políticos, los que cegados por la ambición y el poder, los interesados en confundir los intereses (económicos o de otra índole) con los valores humanos, la intransigencia, connivencia y fanatismo, con la verdadera convivencia. Pero los pueblos permanecen, los gigantes de pies de barro, no.
Nací y crecí en un Marruecos ya independiente, y creo que fuimos y SOMOS UN EJEMPLO A SEGUIR. Sergio habla de «SEÑAS DE IDENTIDAD» y de que «TUVIMOS EL PRIVILEGIO». Es cierto, para la inmensa mayoría de larachenses, constituye nuestra identidad y esencia, y fue y ES UN PRIVILEGIO. Ya iniciados los setenta, recuerdo estar presente con mi familia en una fiesta campesina de hacendados marroquíes en que se celebraba el esquilar de las ovejas; recuerdo también haber estado invitado junto a mis padres en la casa de una pequeña cabila o aduar (Ain Chuck) para celebrar el nacimiento de un hijo del capataz de la finca de mi padre, persona extraordinaria donde las hubiese.
Recuerdo a las marroquíes acudiendo en multitud para ver la salida de los novios de la Iglesia del Piiar; o arremolinarse con todo respeto para presenciar con curiosidad la procesión del Corpus
Recuerdo a mi padre asistir a la Mezquita Mayor de Larache para asistir al entierro de un marroquí por él querido, ocupando el lugar que le correspondía.. . Recuerdo a mis compañeros judíos y musulmanes ir a la Iglesia cuando en febrero de 1973 murió en accidente de tráfico alguien conocido por todos. En mi mente está el asistir invitado a la Pascua judía, a la que también acudían nuestros compañeros musulmanes. Y en las Nochebuenas, respetando sus normas, judíos, musulmanes y cristianos íbamos en la noche del 24 de diciembre de casa en casa a cantar villancicos.
Podría daros datos para emocionaros y poneros «la piel de gallina».: seguro que casi todos los conocéis. Era así, fue así, es cierto. Como en toda sociedad, en muchos casos la segregación estaba marcada por la clase social, pero no por religión o cultura alguna.
Como dice Fran Morgar, esto ha ocurrido otras veces a lo largo de la Historia. Pero con el corazón en la mano, creo que nosotros somos un ejemplo a seguir, un ejemplo del que todavía muchos estamos vivos, porque no está tan lejano en el tiempo.
Quizás aparte de comentar «nuestras cosas», en nosotros esté la responsabilidad -COMO TESTIGOS- de gritar a los cuatro vientos que la convivencia entre distintas religiones, culturas y aun razas, es posible. PORQUE NOSOTROS LA VIVIMOS Y EN ELLA PARTICIPAMOS.
Un abrazo a todos,
CARLOS
11 respuestas
Bravo Pepe, opinamos igual, hay que tratar a las personas para saber como son, y las religiones no tienen por que separar a los hombres…nuestra sangre es roja como la de todos, sentimos, lloramos, reímos y sufrimos como todos…Larache y en general la mayor parte de las ciudades marroquíes acogió en su seno a 3 culturas, cuantas amistades se forjaron, cuantas lagrimas se derramaron al separarse….me gusto tu escrito porque es la verdad, si en Larache la unión pudo existir, por que tenemos que estar separados ahora? guerras, conflictos, discusiones, la política, los gobiernos, el petroleo, las armas, por que no podemos unirnos como antes? por que no volver a esos años que me cuenta mi madre? donde Mohammed, Moisés y Jesús caminaban unidos, paseando por El Balcón del Atlántico, charlando y comentando por el Zoco Chico….
Por que no?
Que foto tan entrañable… y no menos entrañable tan sensible comentario lleno de verdad.Era así,tal como lo describes,yo me uno a este sentir,ya que mis recuerdos están llenos de esas mismas vivencias… en el colegio…en la vecindad… enj juegos y paseos ahí estabamos mezclados,conviviendo con respeto,con cariño,yo tambien añoro aquellos tiempos,por eso,tampoco comprendo tantas noticias llenas de odio, no lo comparto…
Gracias por hacerme recordar y revivir
Un cariñoso saludo,MªCarmen
Gracias, paisano, por este ejercicio de sinceridad y buena fe. Avalo todo lo que has escrito por experiencia propia. En nuestra ciudad la harmonía era fruto del respeto que cada uno tenía a sus creencias y a las de los demás.
Nuestros mayores venían de una guerra que les había abierto los ojos hacia la miseria de los bajos instintos, tenían experiencia de lo que el odio gratuito puede engendrar. Y no lo querían para sus descendientes.
Por otra parte, Larache era una vieja ciudad, coqueta y multirracial, donde todo el mundo tenía derecho a celebrar sus fiestas, sin ser molestado por ello. Los demás intentábamos participar de ellas, con respeto y curiosidad.
Un saludo cordial
Tiyani
Formidable articulo sobre la convivencia en Larache èste refleja exactamente la realidad vivida en nuestra ciudad, que para mi fue, ejemplo para el mundo, Gracias Jose y un abrazo de otro Larachense nostalgico
Si fuesemos capaces de retomar esa magnifica convivencia que relatas, yo recuerdo mis años de colegio en Rabat, en la estabamos mezcladas todas las cultura y nacionalidades, no era mas que una niña, pero capaz de darme cuenta que una gran armonia reinaba entre nosotros. Un fuerte abrazo
Gracias por compartir mi escrito, leyéndolo y comprendiendolo. Pero comprenderlo es muy facil, si se tuvo la suerte de nacer o vivir en Larache.
Gracias por hacerme recordar mis años de infancia entre diferentes culturas , Ahora y siempre me he sentido orgullosa de haber tenido una infancia en esas tierras-Mercedes Muñoz-
Qué maravillosos todos los comentarios y cuánta razón tienes, Pepe García Gálvez, en tu precioso escrito… También compartí colegio, juegos, mesa, amistad y momentos inolvidables… la mano de Fátima, el Crucifijo o la Estrella de David siempre estuvieron presentes en mi vida y me han enriquecido y me han enseñado a amar indiscriminadamente por encima de religiones y no pienso que sea mejor por ello pero sí que por ello tengo un inmenso tesoro!!
Mi más cálido abrazo para las tres culturas.
Y un beso para tí, Sergio.
Gracias Pepe asi era, y lo vivi tambien en soko l’Arba y en casablnanca.
Marruecos siempre fue conocido por un pais tolerante donde las religiones vivian en armonia. Somos todos hijos de D-ios, sigamos tolerantes y humildes.
un abrazo
Los seres humanos, el pueblo llano – por naturaleza – siempre encontró el modo de mirar a la altura de los ojos y el corazón de sus vecinos, y la manera de convivir dejando de lado, las diferencias de raza y religión. Prueba de ello, es el testimonio que José garcía Gálvez constata y da fe de ello en este relato. Por fortuna este tipo de tolerancia, también se produjo en otras épocas y lugares de la Historia de la Humanidad. Siempre fueron los dirigentes, reyes y políticos, los que cegados por la ambición y el poder, los interesados en confundir los intereses (económicos o de otra índole) con los valores humanos, la intransigencia, connivencia y fanatismo, con la verdadera convivencia. Pero los pueblos permanecen, los gigantes de pies de barro, no.
Nací y crecí en un Marruecos ya independiente, y creo que fuimos y SOMOS UN EJEMPLO A SEGUIR. Sergio habla de «SEÑAS DE IDENTIDAD» y de que «TUVIMOS EL PRIVILEGIO». Es cierto, para la inmensa mayoría de larachenses, constituye nuestra identidad y esencia, y fue y ES UN PRIVILEGIO. Ya iniciados los setenta, recuerdo estar presente con mi familia en una fiesta campesina de hacendados marroquíes en que se celebraba el esquilar de las ovejas; recuerdo también haber estado invitado junto a mis padres en la casa de una pequeña cabila o aduar (Ain Chuck) para celebrar el nacimiento de un hijo del capataz de la finca de mi padre, persona extraordinaria donde las hubiese.
Recuerdo a las marroquíes acudiendo en multitud para ver la salida de los novios de la Iglesia del Piiar; o arremolinarse con todo respeto para presenciar con curiosidad la procesión del Corpus
Recuerdo a mi padre asistir a la Mezquita Mayor de Larache para asistir al entierro de un marroquí por él querido, ocupando el lugar que le correspondía.. . Recuerdo a mis compañeros judíos y musulmanes ir a la Iglesia cuando en febrero de 1973 murió en accidente de tráfico alguien conocido por todos. En mi mente está el asistir invitado a la Pascua judía, a la que también acudían nuestros compañeros musulmanes. Y en las Nochebuenas, respetando sus normas, judíos, musulmanes y cristianos íbamos en la noche del 24 de diciembre de casa en casa a cantar villancicos.
Podría daros datos para emocionaros y poneros «la piel de gallina».: seguro que casi todos los conocéis. Era así, fue así, es cierto. Como en toda sociedad, en muchos casos la segregación estaba marcada por la clase social, pero no por religión o cultura alguna.
Como dice Fran Morgar, esto ha ocurrido otras veces a lo largo de la Historia. Pero con el corazón en la mano, creo que nosotros somos un ejemplo a seguir, un ejemplo del que todavía muchos estamos vivos, porque no está tan lejano en el tiempo.
Quizás aparte de comentar «nuestras cosas», en nosotros esté la responsabilidad -COMO TESTIGOS- de gritar a los cuatro vientos que la convivencia entre distintas religiones, culturas y aun razas, es posible. PORQUE NOSOTROS LA VIVIMOS Y EN ELLA PARTICIPAMOS.
Un abrazo a todos,
CARLOS