Este es el estudio completo que el profesor Ahmed Oubali resumió en la presentación que hizo, junto a María Sibari y Abdelhalak Najmi, de mi libro de relatos Paseando por el Zoco Chico. Laracehnsemente, en Larache. Todo un honor que un estudioso como mi paisano y amigo Ahmed Oubali haya dedicado tanto tiempo y esfuerzo en adentrarse en los entresijos de mis cuentos.
AHMED OUBALI (Larache, Marruecos). Doctor en Lengua y literatura Comparadas, (francés-español) por la Universidad Rennes II Haute Bretagne, Francia. Catedrático de Semiótica de Textos en la Universidad de Tetuán desde 1991. Conferenciante en varios países, articulista, escritor e investigador en ciencias sociales. Ha publicado numerosos artículos de crítica literaria en diversos medios y revistas especializadas. Es traductor-intérprete y fue miembro de la Asociación de Escritores Marroquíes en Lengua Española (AEMLE). Es actualmente miembro del consejo de redacción de las Revistas Dos orillas y Hércules cultural.
Su último libro de relatos se titula “Chivos expiatorios”, es editado por Cultiva Libros y puesto en venta por Amazon.
https://www.facebook.com/ahmed.oubali
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La estructura poliédrica de
Paseando por el Zoco Chico. Larachensemente
de Sergio Barce
Por Ahmed Oubali.
PREÁMBULO
Mi idea de estructura poliédrica no es fortuita. Ilustra lo que dice el mismo autor: “En este libro se recopilan los relatos que he ido escribiendo a lo largo de más de quince años y que tienen a la ciudad de Larache como nexo común. Algunos pertenecen a mi libro Últimas noticias de Larache, que se publicó en 2004, y, del resto de los cuentos, unos han visto la luz en revistas o libros colectivos, otros en mi blog personal a través de internet, y un puñado de ellos, inéditos, salen ahora por vez primera”.
ARGUMENTO DEL LIBRO
Con esta extraordinaria obra autobiográfica, Sergio Barce nos obsequia con unos entrañables relatos (treinta) cuya lectura amena va hilvanando las vivencias de un pasado que sin ella se habría perdido para siempre.
Con palabras sencillas el escritor resucita una época que todos los larachenses añoramos. Nos invita a un viaje de tolerancia y coexistencia rumbo a una mítica ciudad, Larache, en la que convivieron durante milenios tres grandes culturas universales: la hebrea, la cristiana y la musulmana, en completa simbiosis, formando una sociedad homogénea pero profundamente pluricultural. En el libro y mientras va pasando el tiempo, el autor se lamenta doblemente, viendo cómo las huellas de las dos primeras culturas se fueron borrando de la ciudad cada vez más hasta ser una triste piel de zapa o “peau de chagrin” y observando la degradación urbanística de la ciudad.
Sergio nos invita en Paseando por el Zoco Chico a brindar por tiempos de nostalgia, contemplación, evocación y recreación de una época paradisíaca, entregándonos una narración de un impoluto intimismo que reconstruye o reconstituye la ciudad y aquellas tres familias suyas en sus momentos más gloriosos, más tolerantes e inolvidables.
INTRODUCCIÓN
Paseando por el Zoco Chico tiene como foco el eje de una de las modalidades expresivas más interesantes y estudiadas en las teorías literarias del siglo XX. Me refiero a la autobiografía donde la vida del autor está escrita por él mismo.
Voy a presentar esta ponencia en dos partes alternándolas de forma simultánea, una teórica, donde presento este género que es la autobiografía para entender mejor la obra de SBG y otra práctica, donde expongo los fragmentos ilustrativos de ésta, siendo también la reseña misma del libro.
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UN POCO DE TEORÍA.
Gran parte de las ideas teóricas aquí resumidas las sinteticé de la famosa tesis doctoral de Sergio Ramírez Franco titulada El negocio de la memoria.
En el apartado Bibliografía se encuentran las referencias de todas mis citas.
Paseando por el zoco chico es una autobiografía.
Ahora bien, ¿Qué se entiende por autobiografía?
La autobiografía y las memorias son dos manifestaciones de lo que se denomina dicción biográfica, la cual contiene también la biografía y el diario. Georges Gusdorf en su artículo “Conditions et limites de l´autobiographie” considera que el texto autobiográfico deriva de un tipo de mentalidad en la que el individuo posee una acusada conciencia de sí y de la unicidad y singularidad de su yo específico. A través del discurso autobiográfico, el individuo preserva del olvido y la muerte el capital valioso de su vida, que se propone como una unidad que ha perdurado en el tiempo. “La conciencia de sí, dice Gusdorf, es la tierra natal de la verdad, pero esta verdad que emergerá de la autobiografía no ha de ser valorada por su exactitud referencial sino porque aquélla saca a flote una verdadera expresión del ser profundo. Esto implica que la vida recapitulada no es la vida que se vivió sino la que se rememora en el momento de narrarla”. Por su parte, Roy Pascal, en su Design and Truth in Autobiography (1960), cita a Las confesiones de J.J. Rousseau como modelo fundacional de la autobiografía al fijar el paradigma de relato de eventos importantes y triviales a través de los cuales se va forjando una persona. El resultado final de esta rememoración ofrecerá, dice Pascal, una verdad no menos poderosa que la que proporcionaría un historiador objetivo, al narrar el autor hechos pero también experiencias vividas.
Pero es el aporte de Philippe Lejeune, expuesto en Le pacte autobiographique (1975), el que ha tenido mayor influencia. Lejeune considera el texto autobiográfico como manifestación escrituraria del “yo” que se desarrolla en Occidente desde finales del siglo XVIII y reconoce que es susceptible de ser leído como documento histórico, íntimo o psicológico. En todo caso, su propuesta de lectura apunta a considerarlo como literatura. Lejeune define la autobiografía de la siguiente manera: Récit rétrospectif en prose qu´une personne réelle fait de sa propre existence, lorsqu´elle met l´accent sur sa vie individuelle, en particulier sur l´histoire de sa personnalité.
Desde un punto de vista semiótico esta definición implica cuatro categorías que encuadran perfectamente Paseando por el zoco chico:
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Forma lingüística: se trata de narrativa en prosa; 2. Sujeto tratado: historia individual; 3. Situación del autor: el autor (persona real) y el narrador (persona ficticia) son idénticos; 4. Posición del narrador: narrador y protagonista son también idénticos y la narración posee una orientación retrospectiva.
La aportación de Genette aclara mejor estas relaciones cuando habla a nivel de la voz narrativa entre narrador homodiegético (aquel narrador que participa en la diégesis) y relato autodiegético (el narrador que participa en la diégesis pero en calidad de protagonista). Aclaración que muestra una semejanza o similitud entre memorias y autobiografías.
SEMIÓTICA DE LA OBRA.
LA FORMA DEL CONTENIDO.
Veamos ahora cómo se articulan los ejes citados arriba en Paseando por el zoco chico. Se nota que Sergio Barce conoce muy bien todos los mecanismos de este subgénero, sobre todo el recurso de la memoria, de donde van emergiendo y resucitando personajes, recuerdos, imágenes y experiencias.
Al introducir la conciencia del Yo, Sergio Barce nos invita a una narración iniciática donde descubrimos la pintura crítica de toda una sociedad.
Paseando por el zoco chico es pues una narración detallista de múltiples sensaciones. Tal como lo describe y lo rememora con precisión el narrador, el lector no puede evitar oler el aroma del té y las fragancias de todas las mercancías expuestas en el zoco Suk Sghir. Con la misma precisión el narrador detallará los sentimientos y las percepciones, a los que sitúa en diferentes puntos de vista y circunstancias, exponiendo en cada caso una nueva descripción, sea su familia, sus amigos y los mismos avatares de la ciudad.
Y pocos autores logran realizar esta faceta narrativa.
La lectura de Paseando por el Zoco Chico atrae al lector no tanto por la historia que cuenta, sino por cómo lo hace, ya que el autor es capaz de hacer entrar al lector en su obra sin que éste se diera cuenta, lo atrapa porque une el lenguaje al sentimiento y las emociones. La lectura del libro es en este caso un espejo que nos permite ver nuestros propios sentimientos y vivencias confundirse con el contenido de la novela. En este espejo, el narrador refleja sus vivencias desde su niñez hasta la edad madura, y lo hace con la observación minuciosa y detallista del comportamiento de todas las personas (personajes) de su entorno.
Ello es posible porque el autor emplea el monólogo interior y el discurso indirecto libre de manera refinada, tal como lo hicieron James Joyce, Virginia Woolf o G. Flaubert, pero sin caer en la pesada escritura que suponen las largas frases e interminables digresiones de estos autores.
EL CONTENIDO DE LA FORMA.
Por Cronotopo se entiende literalmente, «tiempo-espacio». Es un término matemático que Bakhtin toma de Albert Einstein. Alude a la correlación esencial de relaciones espacio-temporales tales y como han sido asimiladas por la literatura. Bakhtin lo utiliza como una metáfora. No se trata de una simple categoría literaria de la forma y del contenido sino de un procedimiento que permite aprehender de manera literaria el tiempo y el espacio. Dicho de otro modo: el cronotopo es el conjunto de coordenadas espacio-temporales e histórico-culturales que se imprimen en una estructuración narrativa.
He destacado doce ejes o estratos cronotópicos al estudiar Paseando por el Zoco Chico, pero por falta de tiempo sólo hablaré de los seis siguientes, siendo muy representativos:
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FUNCION AUTORIAL Y LECTORAL.
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MEMORIA DEL RELATO O RELATO DE LA MEMORIA.
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REPRESENTACIÓN DEL PASADO: DE LA DIÉGESIS A LA MÍMESIS.
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LA VERDAD EN LA FICCIÓN: VERDAD FÁCTICA, FICTICIA Y SIMBÓLICA.
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RELATO DEL RETRATO O RETRATO DEL RELATO.
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EL CUERPO DEL RELATO Y EL RELATO DEL CUERPO.
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FUNCION AUTORIAL Y LECTORAL:
Consideremos el caso del autor que cuenta su vida. Roland Barthes, en La mort de l’auteur, expone tres objetivos: desplazar el protagonismo del autor al lector subrayando para ello el papel decisivo de este último como constructor del significado del texto; enfocarse menos en el “sentido objetivo” que el texto podría poseer y más en la respuesta subjetiva del lector y, tercero, reintroducir la dimensión histórica de la lectura concreta, pues todo lector está circunstancializado, dice Barthes, quien rechaza la idea de que el texto sea portador de un significado fijo, preestablecido por un autor-dios y propugna comprenderlo como el espacio donde se entrecruzan una pluralidad de escrituras que remiten a los diversos códigos del entramado social. De ahí que cuando leemos Paseando por el zoco chico tenemos la impresión, los larachenses, du Déjà vu, es decir descubrimos nuestro propio pasado.
Como vemos, en este controvertido tema de la duplicación autor-lector, el papel del lector es tan importante como el del autor.
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MEMORIA DEL RELATO Y RELATO DE LA MEMORIA:
Desde Platón se viene considerando que la escritura trastorna la estructura interna de la memoria substituyéndola por una de recolección externa a ella.
Walter Benjamin indica en su ensayo sobre Proust que lo decisivo en el proceso de la memoria estriba en la tarea misma de entretejer la memoria; no en lo que se recuerda. Esto ocurre porque la unidad del texto en que se evoca está dada por el acto puro de la recolección, por el flujo mismo del proceso memorioso, no por el autor o la trama misma. Benjamin sostiene que no es el evento vivido el que posee relevancia para el autor sino el proceso de recordar, pues el recuerdo es infinito. Así mismo, Benjamín relaciona la operación recolectora con la recuperación de lo que queda del sueño. En él, uno debe “excavar” una y otra vez para desenterrar piezas valiosas, pero la tarea tendrá éxito únicamente si la guía un plan de trabajo que preste especial atención no sólo a lo que se recolecta sino al proceso mismo de recolección, el cual posee una estructura rapsódica, expresada en su ir y venir sobre lo mismo.
Técnicas que utiliza nítidamente SBG en Paseando por el Zoco Chico.
Me hubiese gustado ilustrar cada aparatado teórico con algunos fragmentos del libro (nueve en total) pero como sólo dispongo de 20 mn en vez de 60, saltaré dichos fragmentos, invitando al lector a leerlos si lo desea.
Lo expuesto arriba sobre la memoria lo podemos verificar en: Recuerdo un pequeño taller de bicicletas (Pág. 39) y Ramadán en Larache (Pág. 67)
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REPRESENTACIÓN DEL PASADO: ¿DIÉGESIS A LA MÍMESIS?:
Para Aristóteles, como sabéis, el concepto de diégesis se opone al de mímesis.
La principal diferencia es que la primera, a través de la figura de un narrador, desarrolla un mundo ficticio verosímil cuyas convenciones pueden diferir de las del mundo real, o incluso contradecirlas; mientras que en la segunda las convenciones del texto, pretenden apegarse a convenciones sociales de diversa índole. Dicho de otro modo, un texto «mimético» busca reproducir hechos naturales o sociales documentados, mientras que uno «diegético» busca crear y obedecer sus propias reglas. El término mímesis acepta pues varios significados: copia, imitación, cosificación o representación sensual.
Ambos conceptos van unidos como una hoja de papel en Paseando por el Zoco Chico, porque, siendo un texto autobiográfico, el autor, antes de relatar su vida, ha de pasar, en primer lugar, por la mediación del lenguaje que, como se sabe, es una convención creada colectivamente que le pre-existe y que asimila una pluralidad de códigos, conceptos y categorías que no se ofrecen al empleo del sujeto sino que consisten en el elemento mismo que lo constituye en tanto que tal.
Para ilustrar esta situación os invito a leer El primer regreso (Pág. 33)
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VERDAD FÁCTICA, FICTICIA Y SIMBÓLICA:
Cuando leemos textos de ficción, afirma Sergio Ramírez Franco, solemos partir de la premisa de que el significado de las oraciones es verdadero. Lo hacemos porque elaboramos un hablante ficticio o imaginario, un sujeto lingüístico que asume sobre sí el rol de la enunciación narrativa y la construcción de un mundo posible.
Por su parte, Tomás Albaladejo Mayordomo afirma, hablando de universos narrados, que existen 3 modelos de mundos: los modelos del mundo de lo verdadero, los modelos del mundo de lo ficcional verosímil y los modelos del mundo de lo ficcional no verosímil. Los modelos del mundo de lo verdadero están formados por instrucciones que pertenecen al mundo real efectivo, por lo que los referentes que a partir de ellos se obtienen son reales (historia). Los modelos del mundo de lo ficcional verosímil, por su parte, contienen instrucciones que no pertenecen al mundo real efectivo, pero están construidos de acuerdo con éste (literatura); por último, los modelos del mundo de lo ficcional no verosímil los componen instrucciones que no corresponden al mundo real efectivo (ciencia ficción).
Paseando por el Zoco Chico pertenece al primer modelo, es decir, al del mundo de lo verdadero.
Todos los relatos del libro ilustran lo que acabo de decir. Invito al lector a leer los fragmentos siguientes: La luz de Larache (Pág. 23) y El primer regreso (Pág. 33)
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RELATO DEL RETRATO O RETRATO DEL RELATO:
Existen dos claras analogías entre escribir un texto autobiográfico y posar para la fotografía de uno mismo:
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en ambos casos estamos ante una forma de autopresentación,
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ambas prácticas intentan recuperar y fijar tiempos perdidos.
Esto lo realiza la figura de pensamiento denominaba Ekphrasis o arte de representar verbalmente manifestaciones visuales.
Teniendo en cuenta lo expuesto y para ilustrarlo os invito a descubrir los fragmentos siguientes: Esa foto de la otra banda (Pág. 123) y Últimas noticias de Larache (Pág. 91)
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EL CUERPO DEL RELATO Y EL RELATO DEL CUERPO:
Pensar el cuerpo, indica Roland Barthes, desde la perspectiva de su representación dentro de un discurso como lo es el de la autobiografía supondría, sin duda, dotar de cohesión a una entidad que no se considera plenamente estable, así como tampoco sería estable la unicidad del autor.
El cuerpo del autobiógrafo es, según Barthes, el sitio donde una pluralidad de líneas de desarrollo se halla e intenta cohesionarse.
«De quel corps s’agit-il?- pregunta el autor- Nous en avons plusieurs. J’ai un corps digestif, corps nauséeux, un troisième migraineux, sensuel, musculaire (la main de l’écrivain), humoral, et surtout: émotif: on est ému, bougé, ou tassé ou exalté, ou apeuré, sans qu’il y paraisse rien».
Bakhtín, por su parte, teoriza sobre el cuerpo carnavalesco. El carnaval propugna el contacto libre y familiar entre los individuos, lo que se conecta con la categoría de “excentricidad”. El carnaval, además, conlleva la idea de “profanación”, una de cuyas manifestaciones más características es la descripción burlesca. La ambivalencia carnavalesca posee un carácter funcional, no substantivo y fomenta la apertura hacia la vivencia corporal gozosa mediante el exceso en la comida, la bebida y el placer sexual.
Para ilustrar lo expuesto elegí los fragmentos siguientes: Mina, la negra (Pág. 59) y Mamy Blue (Pág. 147)
CONCLUSIÓN
Lo más representativo de esta obra es que no se trata de una novela en la que se describen acontecimientos en forma estrictamente cronológica sino que los hechos se narran de forma poliédrica, como destellos de recuerdos que van viniendo a la memoria del narrador, a través de lo que los teóricos llaman “memoria involuntaria” donde olores, sabores e imágenes presentes sacan a relucir recuerdos olvidados del pasado.
Varios de estos episodios de memoria involuntaria se producen a lo largo del libro, que son precisamente los que le permiten desarrollar la narración.
Es lo que aparece en los nueve fragmentos emblemáticos que elegí.
Todos estos elementos muestran la maestría que tiene el autor de los códigos narrativos: la conjunción de los temas que aborda, la forma coherente en que lo hace y el estilo característico de frases simples y a la vez placenteras que utiliza, hacen de esta autobiografía una obra realmente original y creativa, que no sólo prolonga o añade su grano de arena a la literatura marroquí en español sino también a la literatura universal.
Para mí la literatura es ficción, pero al leer Paseando por el Zoco Chico, tuve la impresión de revivir mi propio pasado, me vi progresando en cada frase descrita por el autor, en cada calle descrita, en cada detalle evocado, en cada emoción expresada, en cada decepción sentida por la deterioración de la ciudad y su cultura. Me sentí identificado con varios personajes, con varias experiencias, proyectado en varias circunstancias. Sin duda Sergio Barce es un gran conocedor del corazón humano, de las ilusiones y sueños más insondables, que en definitiva constituyen el teatro mismo de nuestra vida.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
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________________________.»Teoría de los mundos posibles y macroestructura narrativa, Alicante: Universidad de Alicante, 1986.
Bajtin, Mijaíl. «Forms of Time and of the Chronotope in the Novel: Notes toward a Historical Poetics.» Ed. The Dialogic Imagination, Texas, 1983.
Barce, Sergio, Gallardo, Paseando por el Zoco Chico, Sergio Barce, Generación Bibliocafé, 2014.
Barthes, Roland, Lo obvio y lo obtuso. Imágenes, gestos, voces, Barcelona, Paidós, 1986
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Genette, Gérard. Ficción y dicción. Barcelona: Editorial Lumen, 1993.
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Goodman, Nelson, Los lenguajes del arte. Barcelona: Seix Barral, 1976.
Gusdorf, Georges. “Conditions and Limits of Autobiography”, Princeton University Press, 1980. 28-48.
Lejeune, Philipe. Je est un autre. Paris: Seuil, 1980.
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Pascal, Roy. Design and Truth in Autobiography. London: Routledge, 1960.
Schmidt, Siegfried. “Beyond Reality and Fiction? The Fate of Dualism in The Age of (Mass) Media.”
5 respuestas
Me ha gustado mucho la presentación del señor Ahmed, culturalmente se capta de inmediato la gran sapiencia en el tema lenguístico del señor Ahmed. Me enorgullece leer estos mensajes.
Gracias a tí Sergio que nos los hace llegar.
Un beso
Carlota
La verdad es que me siento muy orgulloso de que estudiara y analizara el libro de esa manera. Me hace descubrir aspectos de mis propios relatos.
Un beso, Carlota.
sergio
El maestro Oubali es un profesor indiscutible, gracias a él he aprendido tantas cosas,a demás era mi profesor convertido a un amigo intimo, el mejor regalo que me ofrecía era la misma ponencia que hizo durante la presentación de tu libro justo después de terminarla.
Un abrazo Sergio.
Es verdad, Abdellatif, charlar con él es aprender algo.
Un abrazo para ti.
¿Cómo podría hacer el profesor Ahmed Oubali un análisis tan profundo y detallado sino fuera porque Paseando por el Zoco Chico está escrito con esa maestría a la que nos tienes acostumbrados, Sergio, sino fuera porque sabes hacernos protagonistas en muchos momentos de tus historias que no son ni más ni menos que nuestras historias, las de los nuestros. Sino fuera porque sabes transmitir como los grandes esas sensaciones, esas emociones que nos hacen sentir en propia piel todo cuanto relatas?
Interesantísimo leer al profesor Oubali.
Ayer leía: «la vida es demasiado corta para leer libros malos»… quien a tu literatura se acerca tiene la sensación de, a través de tu obra, vivir la vida y conocer sus infinitos recovecos de forma intensa, dando sentido a inumerables detalles que jamás te pasan inadvertidos y tan sutilmente nos vas desgranando en la sucesión de acontecimientos.
No solamente has sabido llegar al profesor Oubali -como también a los que te leemos- sino que él ha llegado a ti, a tu espacio interior, ha captado tu inmenso poderío cuando nos hablas de tus recuerdos, cuando nos dibujas con palabras esas historias tan vivas.
Sergio, felicidades.
Un beso