Seguimos con esta recopilación de nuestras imágenes. Nuestro Zoco Chico, otro de los espacios públicos emblemáticos, históricos, monumentales de Larache. Esta vieja estampa, con un artesano trabajando bajos sus soportales, es de una belleza singular. Me escribe mi amigo y paisano Abdeslam Kelai -su mensaje está abajo entre los comentarios a esta entrada- para aclararme que lo que está haciendo realmente este hombre es cortar kifi. Y fijándome ahora con más atención en la imagen, es así, seguramente para luego usarlas en los sebsis de los cafetines… Eso convierte a esta vieja fotografía en un documento más fascinante aún.
Uno de los comerciantes más entrañables que hoy en día desarrollan su actividad en el Zoco Chico es Abdeslam, un hombre amable, afectuoso y que ha trabajado mucho para que se mantenga la esencia del lugar. Tiene, probablemente, uno de las tiendas de marroquineria más sugerentes del Zoco. Es fácil regatear con él, y me gusta cuando compartimos un té sentados a la puerta de su local, mientras el sol aplasta por la tarde los adoquines de piedra espantando el bullicio. Un tiempo de calma, en el que el reloj se detiene.
Entre las fotografías que guardo, ésta es una de las más hermosas. Me la envió hace tiempo Gabriela Grech. Es la playa peligrosa, y los niños posan con mucha gracia. Está llena de candor, de inocencia, de futuro. Ellos son Mariana Cores, Gabriel Grech, Blanca Gomendio, Pepa Grech, Cayetana Cores, Hélène Gomendio, Antón Córdoba, Iñigo Cores, Isabel Grech e Inés Gomendio.
También ahora los niños son los que encarnan el futuro más prometedor. La Medina de Larache es un hervidero de chiquillos, son los que le dan la vida. Pasear por sus callejuelas es sortearlos, verlos correr, sorprenderlos asomándosa por las esquinas, jugar con el visitante al escondite. Chiquillería que disfruta diciéndote a gritos <hola> en castellano, para luego ponerse a reír como si hubiesen cometido alguna travesura. Me encanta pasear por la calle Real o bajar por la cuesta del Hamman y encontrarlos, es como la savia de la ciudad antigua.
En esta otra, otras niñas larachenses: Carmina Alberca y Leyla Mezián.
Y si hablamos de niños en Larache, se hace casi inevitable traer a colación el trabajo inmenso que la asociación Cherif Idrissi desarrolla con los chavales de familias más humildes, para enseñarles a tocar instrumentos musicales y artisticos. Sé que ya he hablado de ellos en alguna otra ocasión, pero en esta galería de larachenses es de justicia reconocer el esfuerzo de quien está al frente: Khalil Belaziz, hombre de ánimo inquebrantable, que en esta imagen recibe un galardón por su labor de manos de la Infanta Elena.
Inevitables, las imágenes tomadas en el Balcón del Atlántico siguen resurgiendo como por ensalmo. Todos parecen retratados en los mismos lugares, un hermoso decorado en el que nadie pareció reparar hasta que, de pronto, se desempolvan las añoranzas. En esta fotografía: Victoria de la Vega, el niño es Carlos Nieto al que sujetan sus tías Chari y Concha Alvarez, y a la derecha Lola de Cózar.
Sentada sobre la balaustrada, Dori Segrera, aún niña. Un Balcón en blanco y negro que, sin embargo, desprende el color esmeralda del océano y el celeste de su cielo.
Y también posando en el mismo Balcón, Luis Blanco con Sirita.
Como digo, es el ayer que viaja en el barco de la nostalgia, y cuando llega al mismo puerto se encuentra con otros protagonistas, resueltos a rememorar una historia similar. Pepe García Gálvez y su mujer, años después de su marcha, de regreso al mismo balcón para pasear sobre sus propias huellas…
Mientras que otros, más asiduos por razones familiares, mantienen el estrecho vínculo con Larache, pero también se retratan donde luego, con el paso del tiempo, se verán desde la distancia. Julia Sousa con su hijo Conri, rodeados del actual jardín del Balcón, explotando de luz y de color.
Abajo, una imagen desde el mismo Balcón, del camino de Nador.
Probablemente, Rachid Sebti sea uno de los artsitas plásticos más reconocidos de Larache. En este blog, tenéis información sobre su trayectoria, sobre su trabajo y sobre sus exposiciones, y es también un hombre no sólo de talento sino también de afable trato. En esta vieja fotografía, Rachid posa junto a su padre, el literato Tayeb Sebti.
Hablando de pintura, en la Medina se encuentra la Galería de Arte Lafnar, que está desarrollando una actividad extraordinaria al dar a conocer a los artsitas locales, así como de fuera de Larache. Allí se hizo la emotiva exposición sobre la obra del pintor larachense Mustafa Bedoun Younes, tristemente fallecido.
En esta fotografía tres amigos en la galería Lafnar: Abdelfetah, un pintor al que aprecio mucho, Mohamed, que dirge la galería de arte, siempre de buen humor, y Aziz, que nos tiene acostumbrados a deleitarnos con sus videos e imágenes de Larache.
Siempre hay un lugar en Larache para el reencuentro con los viejos amigos. Es algo cíclico, inevitable. Tras muchos años, en el Colegio Luis Vives, nos reunimos de nuevo Emilio Gallego, Lotfi Barrada y Sergio Barce. Nuestra infancia nos une, y ese algo especial que nos vinculaba entonces sigue vivo, como si sólo se hubiera producido un leve parentesis, un pequeño receso de años. Pero ahí seguimos, sin escatimar el mutuo afecto. Sergio Barce, enero de 2012
10 respuestas
El Zoco Chico de Larache deberia volver a ser el centro artistico de Larache. Asi podria la ciudad volver a ser un poco ella misma. Hace unos años, durante los tenebrosos años de plomo, se decidió, lejos de Larache, destruir el Zoco Chico como atracción turistica, inundandolo de vendedores de chatarra y prohibiendo la celebracion en él de las Helkas, el teatro tradicional. Era una medida tendente a favorecer a Marrakech asignandole el monopolio de este tipo de culto popular a la tradicion. Ante la falta de oposición de la poblacion, bien amordazada por el miedo, el plan fue un exito.
Creo que con los aires de libertad que ahora respira el pais, se podrian volver a explotar de una forma racional los recursos turisticos de la ciudad, amparando a la medina con una ley de proteccion cultural.
Asi se cumpliria el sueño de muchos de nosotros de ver a lamedina incluida en la lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Querido Tiyani: Tienes toda la razón, pero ya sabes lo que ocurre en Larache, parece que todo se conjura contra los intereses reales de la ciudad. Pero sería maravilloso que sucediera como tú dices.
Un abrazo
Amigo Sergio, ha sido una sorpresa encontrarme en este album, muchas gracias por iincluirnos a Sirita y a mí, en aquel tiempo éramos novios, han pasado 55 años.
¿Puedo mandarte algún cuadro pintado por mi? Todos son copias
Un abrazo larachí,
Luis Blanco.
Puedes enviarme lo que desees, Luis, para mí siempre es un placer.
Un abrazo
sergio
Hola Sergio, el hombre de la primera foto en blanco y negro está cortando kif. Me han contado que esta se vendía en el soco chico. El kif es la hierba que fumaban todos los marroquíes fumadores en los sebsi, las largas pipas, antes de la invasión de los cigarrillos.
Qué bueno, Kelai. Pues eso le da un toque diferente a la fotografñia, la hace más «cinematográfica». Lo corregiré en el comentario.
Shukram, jay
!Hola paisano!…… bonitas imagenes del balcón atlántico, sueño de todo larachense. ¿Cuantas personas hemos paseado por ese lugar?…..si el balcón atlántico hablara…..
Besos
Dori S,.
Hola paisanos que bonitas emajenes de nuestra querida larache.ojala vuerve aquellos bonitos tiempos. un abrazo para todos larachnses.londres
Shukran, Abdul
Hola Sergio, en la foto del Balcón del Atlántico están Victoria de la Vega, como ya has indicado, hija de Joaquín y yo estoy entre mis dos tías, Chari y Concha Alvarez, hermanas de mi madre que trabajaron en la farmacia de Albarracín y a la derecha, como ya has indicado Lola de Cózar, hija de Salvador, conocido marmolista del Balcón del Atlántico.
Un abrazo.
Carlos