Me ha parecido interesante este artículo escrito por nuestro paisano y amigo Mounir Kasmi, y que refleja perfectamente lo que está ocurriendo en Larache, y en esta caso en concreto, con su hermosa playa de Ras R´mel. Un análisis certero y muy bien trazado que denuncia unos hechos que, año a año, se van repitiendo y que llevan a un desastre que él anuncia y denuncia. Creo que la mayoría de los larachenses secundamos sus palabras.
Seguramente, si no cambian las cosas, en el futuro muchos se arrepientan de no haber hecho algo para impedir lo que Mounir viene advirtiendo…
Me emocionó tanto este articulo, Mounir habló en nombre de todos, clavó con el minimo detalle lo que pensamos todos. Creo que no hay más que decir pero hay mucho que lamentar. Es imperdonable lo que se ha hecho con Larache. Enhorabuena Mounir por este relato, leendolo me estaba escuchando a mi misma, a mis pensamientos y seguramente a muchos les pasara lo mismo.
Gracias Mounir y gracias Sergio por este relato tan sincero y tan desgarrante sobre nuestra ciudad natal.
A ver si llega a oidos y ojos de los que tienen que tomar cartas en el asunto.
Un abrazo
Bella-Jerusalen
Escalofriante artículo que deja el alma en vilo ante el panorama que nos describe el autor. Confiemos que nuestro pueblo no se convierta en el escenario desesperanzado y caótico de las obras de Samuel Beckett.
4 respuestas
Me emocionó tanto este articulo, Mounir habló en nombre de todos, clavó con el minimo detalle lo que pensamos todos. Creo que no hay más que decir pero hay mucho que lamentar. Es imperdonable lo que se ha hecho con Larache. Enhorabuena Mounir por este relato, leendolo me estaba escuchando a mi misma, a mis pensamientos y seguramente a muchos les pasara lo mismo.
Pobrecita Mi Larache, pobrecitas sus gentes humildes
Gracias Mounir y gracias Sergio por este relato tan sincero y tan desgarrante sobre nuestra ciudad natal.
A ver si llega a oidos y ojos de los que tienen que tomar cartas en el asunto.
Un abrazo
Bella-Jerusalen
Escalofriante artículo que deja el alma en vilo ante el panorama que nos describe el autor. Confiemos que nuestro pueblo no se convierta en el escenario desesperanzado y caótico de las obras de Samuel Beckett.