Después de leer varios capítulos del libro de Tomás García Figueras Larache, datos para su historia en el siglo XVII, editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en 1973, solo hay una conclusión: que la ciudad de Larache fue convirtiéndose en una auténtica obsesión para el monarca español Felipe II.
Dice Tomás García Figueras:
<El vivo interés que ofrecía Larache para Felipe II tenía ya un antecedente en la figura de su progenitor, el primero de los Austrias, según parece indicarnos un documento del siglo XVII a través del siguiente párrafo: “Larache, tan deseado del Emperador Carlos V y del rey Felipe II, nuestro señor, y costado tanto al Tercero…”>
Añade García Figueras que, efectivamente, la ciudad marroquí de Larache se convirtió en una obsesión para Felipe II, y que se condensa en esa famosa frase del propio rey:
“Sólo Larache vale por todo el África”
Sin embargo, los estudiosos de la época coinciden en afirmar que la política de Felipe II con respecto a África, en especial con Marruecos, fue fluctuante, y que, a causa del inmenso tamaño del imperio que gobernaba tras la anexión de Portugal, en el que nunca se ponía el sol, jamás se atrevió a anexionarse los territorios del Norte de África, ya que eso le habría supuesto un enorme coste. Por eso, fue contemplativo y no expeditivo, y se limitó a mantener ciertos presidios en puntos concretos de la costa y a pactar acuerdos con el sultán de Marruecos.
Pero respecto a Larache, en concreto, añade García Figueras:
<…poseer Larache suponía, ante todo, seguridad para la integridad de España, adelantándose a su ocupación por otras potencias cuya proximidad a las costas españolas las haría aún más peligrosas, tales como Turquía, que tanto lo deseaba, u Holanda, que no disimulaba sus ambiciones a este respecto. Era también seguridad para la economía española por cuanto el dominio del puerto del Lucus hacía factible la protección contra la piratería de los “convoyes de la plata”, obligados a utilizar tales derroteros a su regreso de las Indias y, finalmente, seguridad asimismo para la política hispana al contar con una avanzadilla en la costa atlántica marroquí especialmente en los tiempos en que aún no habían pasado a España las plazas portuguesas del mar Océano. Mas, si grandes eran los deseos del monarca español por conseguir Larache, lo cierto es que no llegó nunca a emplear la fuerza para dicho propósito… (…) Antes de dicho año (1576), sin embargo tuvo lugar la única acción militar que se le conoce a Felipe II contra Larache y aun ésta no llevaba implícito sentido alguno de conquista. Parece ser que en 1564, en un simple intento de contrarrestar la piratería que tenía su base en dicho puerto, envió a don Álvaro de Bazán, con el propósito de cegar el acceso al mismo. Para ello se pensaba hundir en sus aguas un gran navío. La artillería de la plaza impidió el intento y el susodicho barco fue incendiado. Sobre este suceso se cuenta con muy pocos datos. Una operación similar sería llevada a cabo posteriormente con éxito por el propio don Álvaro. En el mes de marzo de 1565 el citado capitán consiguió hundir once navíos cargados de piedra y cemento en el río Martín, obstruyendo con ello la entrada a la también famosa base corsaria de Tetuán.>
9 respuestas
Esta obsesión de Felipe II, las intrigas palaciegas y un hábil al-Malik, deja patente, una vez más, que Larache estaba en boca de todos. Larache la gran deseada. Y sigue significando tanto para los que la amamos!
Seguiré atentamente la 2a. entrega.
Un beso
Gracias, Joana.
La lectura de este extraordinario y documentadísimo estudio histórico de Larache, de los autores Tomás GARCÍA FIGUERAS y Carlos RODRÍGUEZ JOULIÁ SAINT-CYR, es fundamental para conocer la Historia de nuestra ciudad en el siglo XVII.
Me la regalaron allá por el lejano 1984 y gracias a esta obra, pude conocer un sin fin de datos que desconocía, así como clarificar definitivamente, por ejemplo, que jamás fue ocupada por los portugueses. «Los castillos de los portugueses», decíamos mayores y pequeños refiriéndonos tanto al del Jardín de las Hespérides como al viejo Hospital Civil. Quedé impactado hace treinta años cuando me enteré gracias a este libro que tal creencia era falsa.
Y no sólo esta errónea afirmación, sino otros estereotipos históricos referidos a Larache y que siendo creencia popular, con la lectura de esta magnífica obra, dejan claro que no es como creíamos…
Un lujo de libro, editado en 1973. Si podéis conseguirlo, hacedlo. No os defraudará.
Saludos,
CARLOS.
Te doy toda la razón, Carlos. El libro es una maravilla, y me pasó lo mismo que a ti al leer que nunca fue tomada por los portugueses… Aunque tú ya me lo habías dicho en alguna ocasión. Un abrazo
Querido Sergio, he leído con mucho interés pues no lo sabía el intento sin éxito de D. Álvaro de Bazán para cegar el puerto de Larache. Sobre la hazaña que este mismo D. Álvaro realizo con el puerto de Tetuán, esta vez con maniobra conjunta hispano-portuguesa que acabo en éxito, la tengo ya referenciada en mi cuarto boceto (del que sólo me queda el depurarlo).
Aunque hay algunas contradicciones en fechas sobre todo, entre lo que escribieron Garcia-Figueras y Luis Cabrera, resumo lo que este último escribió:
Referencia: libro «Don FILIPE SEGUNDO, REY DE ESPAÑA «, de Luis Cabrera de Córdoba (Secretario de Felipe II, y por tanto coetáneo con dicho Rey), «Imprenta, Estereotipo y Galvanoplastia», Madrid 1876, Tomo I, Libro VI, Capítulo XV, Páginas 395 y 396; Capítulo XVIII, Páginas 403 a 410, que obra en mi poder.
Trata sobre primeras hazañas de D. Álvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz. Entre esas hazañas describe muy bien el cegado del puerto de Tetuán en el río Martil o Martín, desde donde salían naves que hacían piratería a los cristianos, y un resumen de la hazaña es la siguiente:
Grande y meritoria hazaña fue la realizada en 1564 por el futuro Marqués de Santa Cruz, Don Álvaro de Bazán en colaboración con la guarnición portuguesa de Ceuta; mientras estos últimos distraían a las fuerzas armadas tetuanies atacando diversas posiciones de los moros, Don Álvaro de Bazán con una flota de 5 galeras, 6 bergantines, 4 carabelas de Conna (muy apropiadas para cegar ríos con su carga de cantería, cal y arena), 1 galeote y 3 chalupas, dirigió la operación para el barrage del Rio Martin, teniendo que sondar el río para ver donde había de hundir las carabelas, mientras atacaban a los moros con un buen golpe de españoles desembarcados de la flota, distrayéndoles así lo mismo que los portugueses. Así, con esta gesta quedaron embotellados e inservibles doce fustas y bergantines moros y turcos dedicados a piratear y asaltar poblados cristianos.
Qué buen texto. Gracias, Andrés.
Gracias por estos datos que algunos no conocia, interesante que escribi un cuento sobre la pirateria y alli de paso mensiono Larache.
Gracias Sergio, Andres y Carlos por sus aportes.
Un abrazo
Gracias, Mercedes.
Reblogueó esto en Periódico digital de Nurya de Khessassiy comentado:
Larache (en árabe: العرائش Al-‘Araish) es una ciudad portuaria localizada en el noroeste de Marruecos. Es capital de la provincia que lleva el mismo nombre. Ubicada dentro de la región Tanger-Tetuán, está a unos 85 kilómetros de Tánger y a 105 de Tetuán. Se encuentra situada en el litoral atlántico, en la margen izquierda del estuario del río Lucus.
Tiene una población de 107.371 habitantes (de acuerdo con el censo de 2004). En sus inmediaciones (en la orilla izquierda del estuario del Lucus) se encuentran las ruinas de Lixus, un asentamiento fenicio y posteriormente cartaginés que más tarde se convirtió en colonia romana y parte de la provincia romana de Mauritania Tingitana.
Sede de la Asociación de Escritores Marroquíes en Lengua Española.