La Asociación Socio-Cultural Xenia, que preside mi compañera de fatigas durante mucho tiempo y princesa larachense Ange Ramírez, ha editado el libro <Literatura sibariana> (Larache, 2011) con ocasión del primer congreso celebrado en Larache sobre la figura del Mohamed Sibari, una institución viva de los escritores larachenses. La publicación está muy bien cuidada, con cuadros del pintor Rachid Hanbali, que hacen de este libro algo especial. He tenido la fortuna de colaborar en él con un artículo que reproduzco más abajo, pero sólo soy uno más de entre quienes rinden este merecido homenaje a Sibari.
Los artículos están firmados por: Fernando de Ágreda, Abdellatif Limami, Khadija Karzazi, Paloma Fernández Gomá, Bucarruman Abdallah, Boujemaa El Abkari, Ahmed Benremdane, Sergio Barce, Jorge de Barnola, Francisco García Ferrero y Mounir Kasmi. Estoy seguro de que quienes se acerquen a la obra y la personalidad de Mohamed Sibari a través de este libro, descubrirán un autor peculiar y diferente.
Sergio Barce, diciembre 2012
SIDI MOHAMED SIBARI, UN ESCRITOR SINGULAR
Después de haber escrito en diversas ocasiones sobre algunas de las obras de Mohamed Sibari, incluso de haber redactado algunos de los prólogos de sus libros, me pregunto qué más puedo decir de él. Sin embargo, en cuanto reflexiono sobre esto, pronto se impone la figura del hombre a la figura del autor porque, en realidad, cuando pienso en Mohamed Sibari no puedo hacer abstracción de la persona, alguien que, como he dicho en muchas ocasiones, no sólo es un amigo sino que forma parte de mi familia. Así que se entrelazan una serie de sentimientos personales con la impresión que yo pueda albergar de él como escritor o como creador, y supongo que eso crea ya un efecto perturbador, en el mejor sentido de la palabra. Digamos que el afecto lo impregna todo, y yo dejo que ocurra.
También he escrito en alguna parte que considero a Sidi Mohamed Sibari (le llamo Sidi porque él, con su guasa de siempre, me saluda siempre llamándome Sidi) como el narrador oficial de Larache. No es casual que lo haga, y probablemente sea ésta una de las razones principales del reconocimiento que se le viene tributando como escritor. Y es que, dejando a un lado los libros que pueden desarrollarse en Xauen o en Tánger, el grueso de su obra se ambienta en la ciudad que mejor conoce y que más ama: Larache. No es difícil reconocer en ellos a personajes reales de la ciudad, y, por supuesto, a los lugares en los que sitúa sus tramas. Los títulos ya son sintomáticos: «Cuentos de Larache» (AEMLE – Tánger, 1998), “Cuentos del Zoco Chico” (La- la Menana – Tánger, 2009), “Poemas del Lukus” (Mille Poètes LLC – Florida, USA, 2007), “Regulares de Larache» (E.M.I. – Tánger, 1995), “Relatos de las Hespérides” (La-La Menana – Madrid, 2000) y “De Larache al cielo” (AEMLE – Tánger, 2006), un título que ya es toda una declaración.

¿Pero es realmente éste el mérito de Mohamed Sibari? Seguramente no, aunque sea el que más me fascina, porque, para ambos, para él y para mí, Larache se ha convertido en nuestro universo creativo, en nuestro Macondo inagotable, la fuente de miles de historias que nos nutre como creadores. Porque hay que decir que, dejando a un lado su bien ganado título de narrador oficial de Larache, Sibari tiene el gran mérito de que, siendo como es marroquí, con el árabe como idioma originario, escribe y publica en castellano. Y ha sido uno de los primeros en hacerlo, tras la estela de antecesores como Dris Diuri o Momata, por ejemplo. Y hay que decir que es un fenómeno que no se ha dado en ningún otro país de lengua no española, único, por descontado, en todo Africa.
Sibari se ha convertido en un escritor fructífero. Cada año ha publicado un nuevo libro, e, incluso, se ha atrevido con la poesía. Personalmente creo que es su obra narrativa la que merece mayor consideración, pues es en ésta donde Mohamed Sibari derrocha su talento (los sentimientos los deja para los versos). Sus fuentes vienen de la experiencia vital, de su anecdotario interminable –basta con tomar con él un té verde para escuchar sus historias, a veces reales, muchas otras pura fantasías suyas-, pero que hunde sus raíces en la tradición oral marroquí.
Desde su corrosivo humor, Sidi Mohamed Sibari entronca la transmisión oral del narrador que recita cuentos en el viejo Zoco con sus cuentos cortos, escritos como transcripción del relato que él hubiera contado a un oyente en la mesa del café. Es así de simple. Pero es así de ingenioso. Rescata, por tanto, en los relatos cortos, el estilo del cuentista. Algo maquiavélico, Sibari construye tramas de la vida cotidiana con el objetivo de criticar ciertas costumbres o ciertas actitudes que, finalmente, censura o ridiculiza, según el tema, pero que, casi siempre, acaban con una moraleja, es decir, como haría el mismo cuentista que recita a viva voz. Pero ya digo que, no contento con esto, lo hace escribiendo en castellano, con lo que su relato traspasa la propia inercia del cuento para ser un vehículo de comunicación intercultural.

9 respuestas
Felicidades por esta primera publicación de Xenia y felicidades también a Ange y a todos los que en ella habéis colaborado!
Entrañable la historia que nos cuentas, Sergio, acerca de Sibari y los encuentros de tus padres en el cine… y precioso leer que Larache es vuestro Macondo inagotable…
Lo mejor para Sidi Mohamed Sibari, y para tí.
Un beso
¡Enhorabuena por este homenaje a la Amistad, que siempre es una alegría recordar a los amigos, como Sibari, con los que hemos compartido reuniones y felices momentos! Que la Navidad nos colme de paz, salud y prosperidad.
Ha sido un enorme placer y orgullo participar en esta genial edicion leteraria con mis obras . Rachid Hanbali
Amigacho Sibari, el relato de Sergio sobre tu persona y tu literatura « Siberiana » me han congelado los sesos. Felicidades a ti, a Sergio y a todos los colaboradores. Un fuerte abrazo
*
Gracias mi querido Sergio porque aunque esté trabajando con Xenia, siempre serás mi compañero incuestionable desde hace años, muy querido, por eso y siempre siempre con nuestros corazones en Larache.
Gabo, si hubiese conocido Larache, estoy segura que le habría dedicado páginas muy hermosas en sus buenos tiempos. Pero el hecho de no haber nacido allí le hubiera privado de transmitir esa emoción y pasión que tanto tú, Sergio, como los demás autores larachenses nos brindáis en vuestras obras.
…Era solamente que seguía pensando en Macondo…
Un beso.
De esos paseos por el Balcón del Atlántico, de la mano de sidi Mohamed Sibari… «el afecto lo impregna todo», la brisa oceánica también. Inevitable. De ahí este sincero y emotivo artículo.
He tenido la suerte de que me envíen el libro. Enhorabuena a todos, sobre todo a Sibari. Lo estoy leyendo tranquilamente para disfrutarlo como es debido.
Por cierto, los cuadros de Hanbali, son maravillosos.
Muchas felicidades y un fuerte abrazo a todos
CARLOS
Intentaré hacerme con el libro, en esta Valladolid, dicese cuna de cultura, me cuesta encontrar algunos libros que me atraen, pero Sibari merece este pequeño esfuerzo.