Las viejas ruinas de Lixus, situadas en la colina de Shumis. Un paisaje indisoluble a Larache. Mi paisano y amigo Abdellatif Lalami, me remite este artículo que publicó en el suplemento del diario <L´opinion> de Casablanca, el 10 de noviembre de 1992. Un artículo que nos recuerda la importancia de estos restos arqueológicos que, con el tiempo, han sido expoliados y dejados en el más absoluto abandono. Una lástima, teniendo en cuenta la importancia de este yacimiento arqueológico. Pero así son las cosas en Larache. De ahí que el texto de Abdellatif Lalami no pierda nada de actualidad.
Sergio Barce, marzo 2014
Lixus,
un patrimonio histórico auténtico
por Abdellatif Lalami
Conservar nuestros vestigios debe ser una de las prioridades fundamentales no sólo de la ciudadanía sino también de las autoridades competentes, función pues que ha de ser sostenida entre ambos para valorizar a nuestros ancestros, poniendo así de relieve un pasado rico en acontecimientos y monumentos históricos que no son sino el reflejo concreto de nuestra identidad. El ejemplo más evidente de lo que trato de exponer lo tenemos en Lixus.
Lixus es un punto de encuentro de dos de las más grandes civilizaciones de la historia antigua: la fenicia y la romana. Es tal su importancia histórica, que a ella se han consagrado numerosos estudios.
Construida sobre la colina de Shemish, a cuatro kilómetros de Larache, en la orilla derecha del rio Lukus, Lixus es la más antigua y la más importante ciudad de la costa atlántica. Aureolada en la antigüedad, fue citada en la mitología griega como una ciudad legendaria donde situaron dos de los trabajos de Heracles (el Hércules de la mitología romana).
Es en Lixus, en efecto, donde este héroe mítico venció a Anteo, el fundador de Tánger, y roba las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides que defendía el dragón Ladón.
Las investigaciones no han permitido hasta ahora determinar con precisión el periodo exacto de la fundación de Lixus, aunque se presume que fue en el siglo XI a.C., tal y como lo relata la leyenda. Sin embargo, su posición geográfica, un promontorio rodeado de agua no lejos del océano, presenta las características topográficas que solían buscar los fenicios. Los vestigios más antiguos descubiertos en diferentes excavaciones, se estima que pertenecen al siglo VII a.C., mientras que el asentamiento de población comenzó con las actividades comerciales en el siglo V a.C..
De épocas anteriores, en concreto del siglo III a.C., solo quedan restos de muros y de edificios construidos en piedra, presumiblemente perteneciente al santuario dedicado a Hércules, y que menciona Plinio el Viejo.
El periodo mauritanio se corresponde con su gran auge económico como ciudad autónoma, favorecida por su riqueza natural, industrial y agrícola, y que fue reflejada y grabada en sus monedas (trigo y atún). Cerca del puerto se construyeron establecimientos funcionales para la explotación de las salinas, con una importante mano de obra, y que representaron la principal fuente de vida para cierta parte de la población.
Las casas situadas entre el sector de los templos y la muralla oeste, testimonian un nivel de vida bastante alto. A diferencia de las casas helenísticas con peristilos, aquí se presentan bajo forma de cuartos rectangulares y estrechos comunicados por un corredor.
Las influencias púnicas quedan plasmadas también en algunos objetos: esculturas, muebles… como la figura hierática de la Esfinge en mármol.
A la época de Juba II, pertenece el primer teatro descubierto en Marruecos construido muy probablemente para el disfrute de la mano de obra eventual que venía a trabajar en las fábricas de las salinas. Fue un teatro en el que se representaban espectáculos variados. En efecto, su arena circular y profunda le permitía acoger juegos de circo para las poblaciones de las montañas vecinas.
La vida se acaba en esta ciudad, cuando se apaga poco a poco la actividad económica, y desde luego se instalan ya las primeras poblaciones musulmanas que han ido ocupando el lugar, construyendo sobre los restos del antiguo templo la pequeña mezquita, una de las primeras del Marruecos islámico.
6 respuestas
Hola Abdellatif,
Me ha gustado mucho saber más de Lixus, otear el Océano desde Larache y volver a ver a SIMO . Todo inolvidable.
Muchas gracias y ojalá te lea quien pueda y quiera recuperar ese yacimiento arqueológico insuperable.
Con un abrazo
jose ramon remacha
Hola Sergio, las ilustraciones que has añadido al texto han dado una magia a lixus como sitio histórico y el único parimonio que está considerado como destino turístico por excelencia para muchos visitantes de Larache.
Un fruerte abrazo desde Larache.
He intentado ilustrar tu texto lo mejor posible. Un abrazo, jay
Reblogueó esto en Periódico digital de Nurya de Khessassi.
Preciosa e interesantísima aportación de nuestro paisano Abdellatif Lalami. Culturalmente nos enriquece y, a la vez, nos hace soñar con aquella cultura y aquellos pueblos, que hace ya tantos siglos, vivieron en esa tierra tan amada por todos nosotros. Gracias
Muchísimas gracias por esta información y por dar a conocer al mundo lo que era Lixus.
Estoy realizando un trabajo de investigación para mi escuela sobre Larache durante el protectorado español.
Cualquier tipo de ayuda sería agradecida de corazón