El viernes pasado, tuve la oportunidad de intervenir en la Semana de Animación a la Lectura en el Instituto Miguel Servet, de Sevilla. Invitación que agradezco profundamente, porque fue una grata experiencia.
La presentación corrió a cargo de Rosario Chaparro, jefa del Departamento de Lengua, que fue muy generosa en sus elogios, y enormemente amable conmigo. La idea era que, hablando de mis libros, y especialmente de mis relatos cortos, tratara de abrir en los estudiantes el interés o, al menos, las ganas por acercarse a mis historias. Una excusa para invitarles a ver los libros como algo atractivo.
Había pensado, en principio, leer alguno de las historias de Ultimas noticias de Larache y otros cuentos (Editorial Aljaima, Málaga – 2004), pero luego, a medida que les iba relatando mi experiencia en Larache, las anécdotas y los motivos por los que escribo ambientando estas historias en mi pueblo, deseché la lectura y pasé a la narración oral.
En algún instante, les expliqué que, en realidad, esa es la manera de narrar habitual en Marruecos, que la transmisión oral de los cuentos populares nunca ha necesitado de la escritura, y que, lo que estaban oyendo, era la forma más natural y primitiva de relatar.
También les hablé de mis novelas: En el jardín de las Hespérides <Ajaima, Málaga – 2000>, Sombras en sepia <Pre Textos, Valencia, 2006> y Una sirena se ahogó en Larache <Círculo Rojo, Almería . 2011). Creo que les fascinó la historia de Mina, la negra, y también mi cuento Moro, que les conté como una experiencia real de lo que significa la xenofobia; supongo que eso les acercó más a este problema.
Luego, cuando hube acabado, los alumnos de segundo que llenaban la biblioteca del centro, preparada para la ocasión, y que habían seguido mi charla narrativa en silencio, lo que me sorprendió, lo confieso, comenzaron a bombardearme con preguntas. Esa, y no otra, fue la prueba de que habían escuchado con atención mi relato oral. Unos me preguntaban sobre mi vida en Marruecos, sobre mi infancia en Larache, otros sobre la técnica narrativa, cómo me enfrentaba a mis historias para poder trasladarlas a un relato o a una novela, qué era lo que me movía a escribir, si cuando comenzaba una novela ya sabía el final de antemano… Sorprendentemente, Rosario Chaparro tuvo que interrumpir las preguntas porque nos habíamos pasado de tiempo. La verdad, a mí se me hizo corto. Ojalá que a ellos también. Me gustó la experiencia, y me divertí descorriendo la cortina tras las que guardo mis historias. Gracias a los miembros del Centro Miguel Servet, así como a sus alumnos, por su acogida y por el trato recibido.
Sergio Barce, noviembre 2011
10 respuestas
Solo con pensarlo me siento fascinada… los alumnos en silencio, atentos a tus historias llenas de vida e imaginándose esos personajes que tan bien sabes describir. Seguramente que alguno de ellos, tras esta experiencia, se sienta animado a escribir y a relatar vivencias o simplemente ficciones.
Estas actividades son de gran importancia enfocadas a los más jóvenes porque leer es fundamental en la formación del ser humano.
Estos alumnos sevillanos estuvieron de enhorabuena por tener la oportunidad de disfrutar de tus relatos!!
Eso espero, Joana, que disfrutaran como creo que lo hicieron.
besos
sergio
Se te ve una cara de felicidad increíble, creo que hasta más que en la últimas visitas que has hecho a Larache. Tendrás que repetir la experiencia. Me alegro por ti y por los alumnos que han disfrutado de tus historias.
Son sensaciones diferentes. En Larache estoy en casa, me siento feliz, y como me dijo una vez mi hijo Sergio, es el único lugar en el que siempre estoy de buen humor. La experiencia en Sevilla ha sido estupenda, es verdad, pero es muy diferente a lo que me provoca Larache.
sergio
Estimado Sr. Barce Gallardo,
me alegro que sus relatos se repanden en Espana. Lastima que no puede Ud. leer en aleman delante mis alumnos.
G. Reuter
Me encantaría poder hacerlo, señora Reuter. Gracias
Sergio,me agrada que los alumnos sevillanos disfrutaran de tu charlas y vivencias !si llego a saber que estás tan cerquita …! trabajo y vivo en Villamanrique a 36 Km de Sevilla,.
Intentaré hacerme con los libros de Mina,la Negra y Moro ya que este año imparto una asignatura llamada Libre Disposición de Lengua y me agrada que lean relatos del Magreb,Cuentos del Mundo.
Un abrazo en estos momentos tan delicados para mí Angelita
Querida Angelita:
Tanto Mina, la negra, como Moro, son dos de los cuentos que forman parte de mi libro «Últimas noticias de Larache», y, además, están en este blog para poder ser leídos. Pero te los enviaré a tu correo electrónico.
Espero que vayas superando el trago que estás pasando, te mando un beso.
sergio
Mi más sincera felicitación por difundir la lectura…
Carmen Martínez Albarracin
LASTIMA NO SABER QUE ESTABAS EN SEVILLA,CIUDAD QUE VIVO DESDE HACE BASTANTE TIEMPO,PERO NO OLVIDO MI AFORTUNADA JUVENTUD ESTUDIANDO EN LOS MARISTAS DE LARACHE CON EDERY,CALBO,TOLEDO,CRISTOBAL RUIZ,GALVEZ, EC
UN ABRAZO PUES NO TE CONOZCO A PESAR DE QUE CREO VIVIAS EN LAS NAVAS, AL IGUAL QUE YO.
UN ABRAZO,JOAQUIN GARCIA CAMUÑEZ