Larache no es sólo una ciudad, mi Larache es mi gente, y en las fotografías que voy colgando les rindo de alguna manera mi pequeño homenaje, que es una sencilla declaración de amistad, de cariño, de afecto… Algunos hace mucho que no los veo, pero siempre están ahí, al igual que yo lo estoy para elllos, lo sé, y lo saben. Me encanta la pluralidad de todos ellos, la que aprendimos en nuestro pueblo, somos de distintos credos, de diferentes creencias, pero nos une algo inquebrantable.
Desde el pasado al presente, lo mejor de ir a menudo a Larache es que el número de los míos nunca disminuye, al contrario, poco a poco a quienes forman parte de aquellos años de infancia, como Javi, Messod, Sibari o Emilia, se incorporan los que año tras año se cruzan en mi vida y se adhieren a la piel de mi memoria.
A veces, sólo basta con vernos, saludarnos, abrazarnos, y esa corriente mágica surge espontánea, hay un invisible hilo que nos une, y eso te hace sentirte especial, privilegiado.
2 respuestas
espero ser de las que acaben pegados a tu memoria
seguramente será así, Itzi
un beso