DRIS DIURI BEKURI nació en Larache, en 1925. Escritor, periodista y conferenciante, fue el primer escritor marroquí en lengua castellana. Fue canciller en el Consulado de Marruecos en Barcelona. Entre sus obras, como escritor, destacan: Miscelánea I y II; Luz y Oscuridad; Palpitaciones; Breve noticia sobre la historia de Larache, y otros muchos.
Cultivó la poesía, y su relación profesional y de amor platónico con Trina Mercader, ha hecho correr tinta entre los estudiosos de ambos creadores. Con ella, colaboró en la mítica revista Al Motamid.
Hoy traigo las primeras páginas de uno de sus pequeños trabajos literarios, publicado en Larache, en el año 1961: Mohamed V, Monarca reencarnado.
Es una obra curiosa, la edición está muy cuidada, cada página se separa con una hoja de papel de cebolla, delicadas, hecho de manera artesanal y primorosa. Una pequeña joya.
Hoy nos llama la atención por la grandilocuencia y el lenguaje empleado, muy propio de la época, con el que pretendía ensalzar y enaltecer la figura del monarca, Mohamed V, que, para los marroquíes, era y es sin duda un símbolo y una referencia. Hay que tener en cuenta, además, que el sentimiento nacional era muy fuerte en esos momentos, apenas cinco años después de que Marruecos hubiera logrado su independencia.
Me lo encontré en Madrid, a finales de los sesenta, a la búsqueda, como un Diógenes larachense, de un editor para sus poesías. Me impresioné por su bagaje cultural, su voluntad y su desilusión.
Se ve que es una obra literaria preciosa, la figura del Rey Mohamed V ha sido de gran impacto dentro de la comunidad judia marroqui, no hay judio que no hable de el, de su personalidad y de su gran respeto hacia nosotros…..su legado lo continuaron su hijo Hassan II y su nieto Mohamed VI….
Y la descripcion del libro maravillosa, mi madre tiene esos viejos libros con paginas de papel cebolla, que son tan suaves al tacto….obras asi son las que nos reconcilian con la vida…..
Estimado paisano, en realidad no hay mucho que contar. Al poeta le conocía de Larache y como había una gran diferencia de edad no tenia un contacto amical con él. Encontrarse en España era otra cosa, éramos tres naves en busca de destino. Nosotros labrando un futuro y él perfilando su vocación.
El encuentro fue casual. Estaba el hombre, con su manuscrito poético bajo el brazo, a la búsqueda de un editor. Iba muy elegante, moviéndose por Madrid con la misma familiaridad con que se movía por el centro de Larache. Generoso por naturaleza, nos invitó a una comida en el restaurante Estrella, sito frente a la esquina Desengaño con Libreros, si mal no recuerdo. Allí nos habló de su poesía y de su vocación literaria, de los problemas que encontraba el escritor marroquí hispanófono para poder publicar, cosa que sigue sucediendo, de su inmenso cariño a su ciudad natal y de su ferviente nacionalismo.
Después del café, reconfortados y estimulados por sus palabras y su actitud, nuestros juveniles espiritus se sentían mas confiados en el porvenir. Nos despedimos en la boca del metro de Callao.
Me alegra doblemente esta noticia de Dris Diuri que ha venido a enriquecer tu blog. Recordarás que fui yo quien te envió esa fotografía de tan ilustre personaje. Guardo con cariño su breve correspondencia así como los testimonios de su colaboración con Trina Mercader en aquel hermoso proyecto que fue la revista «Al-Motamid. Verso y prosa», publicada inicialmente en Larache, y después en Tetuán. La historia quedó continuada con las cartas de su hija, la escritora de expresión francesa, que fue Farida DIOURI. Me gustaría saber qué fue del manuscrito que guardaban sus hijos (Abdelilah, quizá sea el único que pueda contarlo) en el que, según decían, trataba del amor imposible que les unió, a la propia Trina Mercader y al estimado Dris Diuri, que en paz descanse.
muchas gracias por toda esa informacion sergio, tiyani y raquel, muy interesante y creo que Diuri merece un homenaje grande y nombrar una plaza o una calle, escuela … en su nombre en larache
8 respuestas
Me lo encontré en Madrid, a finales de los sesenta, a la búsqueda, como un Diógenes larachense, de un editor para sus poesías. Me impresioné por su bagaje cultural, su voluntad y su desilusión.
Debieras contar más detalles, qué interesante lo que cuentas, especialmente al mencionar su desilusión.
Se ve que es una obra literaria preciosa, la figura del Rey Mohamed V ha sido de gran impacto dentro de la comunidad judia marroqui, no hay judio que no hable de el, de su personalidad y de su gran respeto hacia nosotros…..su legado lo continuaron su hijo Hassan II y su nieto Mohamed VI….
Y la descripcion del libro maravillosa, mi madre tiene esos viejos libros con paginas de papel cebolla, que son tan suaves al tacto….obras asi son las que nos reconcilian con la vida…..
Estimado paisano, en realidad no hay mucho que contar. Al poeta le conocía de Larache y como había una gran diferencia de edad no tenia un contacto amical con él. Encontrarse en España era otra cosa, éramos tres naves en busca de destino. Nosotros labrando un futuro y él perfilando su vocación.
El encuentro fue casual. Estaba el hombre, con su manuscrito poético bajo el brazo, a la búsqueda de un editor. Iba muy elegante, moviéndose por Madrid con la misma familiaridad con que se movía por el centro de Larache. Generoso por naturaleza, nos invitó a una comida en el restaurante Estrella, sito frente a la esquina Desengaño con Libreros, si mal no recuerdo. Allí nos habló de su poesía y de su vocación literaria, de los problemas que encontraba el escritor marroquí hispanófono para poder publicar, cosa que sigue sucediendo, de su inmenso cariño a su ciudad natal y de su ferviente nacionalismo.
Después del café, reconfortados y estimulados por sus palabras y su actitud, nuestros juveniles espiritus se sentían mas confiados en el porvenir. Nos despedimos en la boca del metro de Callao.
Yo creo que has contado una anécdota muy interesante, y muy emotiva.
Gracias, Tiynai
sergio
Me alegra doblemente esta noticia de Dris Diuri que ha venido a enriquecer tu blog. Recordarás que fui yo quien te envió esa fotografía de tan ilustre personaje. Guardo con cariño su breve correspondencia así como los testimonios de su colaboración con Trina Mercader en aquel hermoso proyecto que fue la revista «Al-Motamid. Verso y prosa», publicada inicialmente en Larache, y después en Tetuán. La historia quedó continuada con las cartas de su hija, la escritora de expresión francesa, que fue Farida DIOURI. Me gustaría saber qué fue del manuscrito que guardaban sus hijos (Abdelilah, quizá sea el único que pueda contarlo) en el que, según decían, trataba del amor imposible que les unió, a la propia Trina Mercader y al estimado Dris Diuri, que en paz descanse.
muchas gracias por toda esa informacion sergio, tiyani y raquel, muy interesante y creo que Diuri merece un homenaje grande y nombrar una plaza o una calle, escuela … en su nombre en larache
Abderrahman, dices bien: Dris Diuri merecería aparecer en algún centro escolar o en una plaza de Larache, sin ninguna duda.
Un abrazo, jay
sergio