Este artículo publicado en mayo de 1979 en el periódico semanal LARACHE, resulta curioso porque transcribe las impresiones de un viajero recién llegado a la ciudad, y lo que más sorprende, visto desde el año 2011, es que entonces, todavía en 1979, los forasteros quedaban fascinados por la belleza que encontraban en Larache. En este artículo en concreto, este visitante se queda asombrado por los jardines bien cuidados que hay a ambos lados de la avenida Mohamed V, por la limpieza de sus calles, por la bella arquitectura de la Plaza de la Liberación, por la singularidad del Zoco Chico… Me pregunto, qué escribiría este mismo viajero si regresara ahora a Larache. Probablemente la crónica sería otra.
Hoy, tal vez, este viajero solamente se limitara a seguir la huella del autor que tan bien sabe describir cada rincón y cada latido de la ciudad donde Hércules sintió la ambición de apoderarse febrilmente del jardín de las manzanas de oro.
Hoy este viajero sentiría nostalgia de aquellas impresiones del año 79 y seguramente también la misma impotencia que muchos sienten ante la tremenda pasividad de las autoridades.
Hoy, yo le recomendaría a este viajero que comenzase a leer a Sergio Barce.
Un comentario
Hoy, tal vez, este viajero solamente se limitara a seguir la huella del autor que tan bien sabe describir cada rincón y cada latido de la ciudad donde Hércules sintió la ambición de apoderarse febrilmente del jardín de las manzanas de oro.
Hoy este viajero sentiría nostalgia de aquellas impresiones del año 79 y seguramente también la misma impotencia que muchos sienten ante la tremenda pasividad de las autoridades.
Hoy, yo le recomendaría a este viajero que comenzase a leer a Sergio Barce.