De nuevo doy la bienvenida a un pequeño retrato, más íntimo que físico, de la escritora larachense Alicia González Díaz, que suele confiar en mi blog para exponerlos a la luz pública. Ya digo que es más un texto que habla de sentimientos y de sensaciones, pero refleja perfectamente lo que ella guarda en su interior más íntimo de aquella casa en la creció, su casa de Larache.
Sergio Barce, octubre 2013
1950- Alicia y su hermano Pedro Félix González Díaz
Recordando a mi casa de Larache
Dedico estas poéticas líneas a Joana Márquez, porque intuyo que su corazón es generoso, definido por sus preciosas palabras en los comentarios hacia los demás.
Un día después de muchos años, he vuelto al hogar querido donde mi alma inocente y soñadora supo de profundas alegrías sin zozobras y del que marché en ese instante de la vida en que muere la niña y la mujer es aurora.
Contemplo con profundo sentimiento una hermosura pasada convertida en abandono y ruina solitaria, donde en las paredes cubiertas de yedra se dibujan ventanas sin cristaleras, dejando paso libre a los estorninos que dentro ocultan, celosos, sus nidos. Y, lo que en un tiempo fuera delicioso pensil, donde convivían en profusión de colores, rosales, malvas, petunias, fucsias, helechos, hortensias, pensamientos, dalias…, que salpicadas por racimos de sensibles mimosas componían un cuadro encantador y sutil, es ahora, salvaje y desolado jardín, extendiendo la hierba su manto esmeralda del que emergen amapolas con cabezas color escarlata, mecidas por una triste brisa que con su pujante aliento hiela mi risa.
Ante este caminar hacia el ocaso, que como severa lección al orgullo da el tiempo inexorable convirtiendo la belleza en espectro del pasado, mi mente habla al corazón con el dulce idioma del recuerdo, evocando en los amaneceres de abril el verde tierno y nuevo de fulgores que al mezclarse con las emanaciones de las flores hacían despertar mi inagotable fantasía infantil convirtiendo el monótono canto del grillo en vibrar melodioso de liras y arpas y donde las flores de madreselvas, caídas en charcas, sugerían en mí bellas estampas de lagos cristalinos surcados por garzas; en los cálidos atardeceres, cuando el sol con destellos dorados teñía de fuego el occidente, pensaba sonriendo: María plancha la ropa de su Niño amado.
Las golondrinas, surcando el azul espacio, eran en su migratorio viajar un hermoso cortejo nupcial sobre carrozas de vibrante topacio; a temprana hora, al ver gotas de rocío, sobre alguna nueva y lozana flor, pensaba que eran lágrimas de la Aurora derramadas por la muerte de su hijo Hermatión.
Con esta excursión figurativa por los encantos de ayer y tomando instantes al azar, entre cosas veneradas que no volverán, he mirado por última vez la casa que ahora me parece más la que siempre recordaba, y en la que, por un momento, después de esposa y madre, he vuelto a ser niña.
Tristemente he dejado atrás el jardín para entrar en los trinos del pinar cercano, pisando sobre el suelo de agujas alfombrado y en un olvidado rincón, con profunda pena, quedamente he llorado
Alicia González Díaz. Granada, 1979
1958- la madre de Alicia en el patio trasero de su casa, poco antes de abandonar Larache
Esto sería una de las generosas muestras que a veces nos da la vida, esta maravillosa dedicatoria tuya Alicia, junto con tu precioso y tan lleno de sensibilidad relato de tu casa en Larache.
Yo no sé si mi corazón es generoso, solamente sé que tú has sabido captarme en la distancia, has sabido leer mucho más allá de lo que dicen mis palabras, has leído mis sentimientos. Siempre procuro escribir desde y con todo mi corazón.
Sergio publica este texto tuyo el día 18, precisamente el día del 85 cumpleaños de mi madre -larachense- y por eso también me hace doblemente feliz leerte.
Has puesto una sonrisa mucho más que en mi rostro, en mi alma, Alicia, no sé de qué manera expresarte cuánto bueno y bello me has transmitido… Es sencillamente fabuloso!
Ojalá que también hoy te lleguen mis mejores sentimientos encerrados en estas palabras y te diré más, que me encantaría compartir unas horas contigo y abrazarte fuertemente.
Hasta siempre, todo lo mejor para tí.
Un beso
Querida Joana: Una vez más te agradezco tus palabras; seguiré pensando siempre que eres dueña de un corazón generoso y de una sensibilidad muy especial.
Te felicito también porque tienes la gran suerte de contar con la compañía de tu madre. Ojalá Dios le dé muchos más años años de vida
Considerame tu amiga.
Un fuerte abrazo.
Alicia..
Gracias, Alicia. Gracias por tan bellas palabras, que como siempre que las plasmas en un papel, dejas al descubierto tu cálido corazón y tu sensible y límpida alma de niña. Y a ti, Sergio, enhorabuena por el espejo mágico que es tu blog.
Estimada Alicia, tu relato, al igual que los anteriores, enternecedor y lleno de recuerdos.
Pero ante todo, quería agradecerte la gran influencia que impulsa a gente joven como yo a participar en estos blogs, en los que compartimos una afición, un estilo de vida y, sobre todo, lugares que no podemos olvidar.
Gracias por todo y espero tu próxima publicación.
Estimado Jorge: Muchas gracias por tu amable comentario. Me alegra saber hay jóvenes que comparten mis pensamientos. Un cordial saludo y mis mejores deseos. Alicia.
Charo yMiguel ,Alicia,eres maravillosa, lo mismo en el libro,que me presto,Navarro. como en la poesia,nos acordamos mucho de vosotros, yhojala nos podamos ver pronto,un abrazo para tu marido,y tu recibes todo el cariño, de tus amigos,Charo y Miguel.
Queridos, entrañables Charo y Miguel: ¡Qué agradable sorpresa al descubrir vuestro comentario sobre mi escrito de Larache! Seguro que tú, Miguel, recordarás la que fuera mi casa, con su precioso jardín.
Hace mucho tiempo que no nos comunicamos. Prometo llamaros por teléfono cualquier día de estos.
No puedo olvidar muchas cosas amables de vosotros, entre ellas, el que me descubriérais el blog de Sergio.
Un abrazo muy fuerte, muy fuerte-
Alicia.
16 respuestas
Alicia hermoso tu relato, como nos acostumbras, recibe un abrazo de parte de mi madre y de la mía……..tus recuerdos son poesías.
Los recuerdos de Larache son para todos nosotros poesía. Gracias. Un abrazo muy fuerte para Sara y para ti. Alicia,
Precioso relato Alicia……recuerdos entrañables….
Pepa, también son entrañables tus palabras comentando mi relato. Un abrazo. Alicia.
Esto sería una de las generosas muestras que a veces nos da la vida, esta maravillosa dedicatoria tuya Alicia, junto con tu precioso y tan lleno de sensibilidad relato de tu casa en Larache.
Yo no sé si mi corazón es generoso, solamente sé que tú has sabido captarme en la distancia, has sabido leer mucho más allá de lo que dicen mis palabras, has leído mis sentimientos. Siempre procuro escribir desde y con todo mi corazón.
Sergio publica este texto tuyo el día 18, precisamente el día del 85 cumpleaños de mi madre -larachense- y por eso también me hace doblemente feliz leerte.
Has puesto una sonrisa mucho más que en mi rostro, en mi alma, Alicia, no sé de qué manera expresarte cuánto bueno y bello me has transmitido… Es sencillamente fabuloso!
Ojalá que también hoy te lleguen mis mejores sentimientos encerrados en estas palabras y te diré más, que me encantaría compartir unas horas contigo y abrazarte fuertemente.
Hasta siempre, todo lo mejor para tí.
Un beso
Querida Joana: Una vez más te agradezco tus palabras; seguiré pensando siempre que eres dueña de un corazón generoso y de una sensibilidad muy especial.
Te felicito también porque tienes la gran suerte de contar con la compañía de tu madre. Ojalá Dios le dé muchos más años años de vida
Considerame tu amiga.
Un fuerte abrazo.
Alicia..
Gracias, Alicia. Gracias por tan bellas palabras, que como siempre que las plasmas en un papel, dejas al descubierto tu cálido corazón y tu sensible y límpida alma de niña. Y a ti, Sergio, enhorabuena por el espejo mágico que es tu blog.
Como siempre tienes razón. El blog de Sergio es un espejo mágico.
Te felicito Alicia y a todos los que dedicáis vuestros pensamientos a nuestra Larache. Gracias desde Toronto de un larachense….Vicente
Gracias por tus amables palabras, Vicente. Me siento feliz porque mis recuerdos de Larache han llegado hasta Canadá. Un saludo. Alicia.
Estimada Alicia, tu relato, al igual que los anteriores, enternecedor y lleno de recuerdos.
Pero ante todo, quería agradecerte la gran influencia que impulsa a gente joven como yo a participar en estos blogs, en los que compartimos una afición, un estilo de vida y, sobre todo, lugares que no podemos olvidar.
Gracias por todo y espero tu próxima publicación.
Estimado Jorge: Muchas gracias por tu amable comentario. Me alegra saber hay jóvenes que comparten mis pensamientos. Un cordial saludo y mis mejores deseos. Alicia.
Charo yMiguel ,Alicia,eres maravillosa, lo mismo en el libro,que me presto,Navarro. como en la poesia,nos acordamos mucho de vosotros, yhojala nos podamos ver pronto,un abrazo para tu marido,y tu recibes todo el cariño, de tus amigos,Charo y Miguel.
Alicia,muy bonito lo de tu casa,todos guardamos buenos recuerdos de aquellos tiempos, saludos Charo
Es cierto, Charo, que guardamos muy buenos recuerdos de aquellos hermosos tiempos.
Un abrazo.
Alicia.
Queridos, entrañables Charo y Miguel: ¡Qué agradable sorpresa al descubrir vuestro comentario sobre mi escrito de Larache! Seguro que tú, Miguel, recordarás la que fuera mi casa, con su precioso jardín.
Hace mucho tiempo que no nos comunicamos. Prometo llamaros por teléfono cualquier día de estos.
No puedo olvidar muchas cosas amables de vosotros, entre ellas, el que me descubriérais el blog de Sergio.
Un abrazo muy fuerte, muy fuerte-
Alicia.