León Cohen me remite un pequeño relato escrito en 1997, y una fotografía suya, estrechamente relacionada con lo que cuenta, en la que aparece junto a su padre y a su hermano en la Hípica de Larache, en el año 1952. Es un texto breve, que describe sólo un pequeño instante, una sensación, un sentimiento, y lo hace tan precisa y elegantemente que se transforma en un cuento breve delicioso. Creo que incluso los escritos en los que reflejamos nuestras vivencias personales e íntimas tienen cabida aquí, especialmente cuando provienen de algo vivido en esa hermosa tierra que es Larache. Así que espero que también disfrutéis de lo que sentía aquel niño mientras caminaba por la calle de la Duquesa de Guisa…
Sergio Barce,
Noviembre de 2012
Recuerdo
de León Cohen
Es verano. Son cerca de las cinco de la tarde, la hora de Lorca. El sol lo inunda todo. Yo camino por la calle de la duquesa de Guisa. Es Larache y no tengo más de siete años. Estamos a comienzos de los años cincuenta del siglo pasado. Voy muy arreglado. Mi madre me ha hecho un conjunto veraniego de color blanco, compuesto de una blusa y un pantalón corto, en el que destacan dos raquetas de tenis bordadas con hilos de colores sobre el bolsillo izquierdo de la blusa. Yo las miro de reojo mientras camino y las acaricio suavemente. Estoy contento. Voy de estreno, huelo a colonia y me dirijo a casa de mi amigo Carlitos, hijo de un policía armada que vive junto a la tienda de ultramarinos La Colonial. Vengo de la Calle Barcelona, que es donde vivo y que está bastante lejos de donde me encuentro. Me miro caminar. Me observo. Siento que estoy vivo y que voy vestido de señorito. El sol cae con toda su luz sobre el asfalto. Decir Larache y Julio, es como invitar al diablo. Es como decir infierno. Por vez primera, miro mi sombra desplazarse y tomo conciencia del instante, lo retrato y lo fijo para siempre en mi memoria. Hoy transcurridos casi cincuenta años, reconstruyo el momento. Recuerdo sobre todo la impunidad del sol y mi coquetería plasmada en las dos raquetas de mi blusa.
León, un relato muy bonito. Me has hecho recordar un mono
blanco que me hizo mi abuela Dolores con tela de saco de harina
y que me manché de verdín en el espigón, cuando me resbalé
corriendo perseguido por mi hermano. Tenía tambien unos siete años.
Un saludo,
Carlitos Galea
Me hiciste sentir niña otra vez, cuando una se estrenaba un vestido y zapatos nuevos………..se sentía en la Gloria……..me llego el olor a tu colonia, el sol calentando la acera y la piel……hermoso relato León y viéndote en la foto con esa camisita de la que hablas y la sonrisa de tu padre z`l aun mas….
Saudos a Carlos, a Raquel y especialmente a Pepe García G. por recordar a mi padre con cariño.
Aprovecho esta tribuna para felicitar a nuestro gran fotógrafo y artista José Luis Vázquez Guimmarra por el Goya Honorífico 2011 . Otro ilustre larachense.
Resulta paradójico que sean los niños – a esa edad, repletos de vitalidad y fantasías – los que estén más cerca del suelo. Yo también recuerdo mi sombra; a veces, era más grande que yo.
Ese largo trayecto, con la empinada cuesta a los Maristas lo recorría cuatro veces al día. De mañana, en busca del sol; de tarde, ya algo cansado con el sol pesando sobre la espalda.
A esa hora y según la estación puedo ubicar con exactitud la posición de las sombras.
Un relato exquisito y evocador que he disfrutado sin necesidad de ninguna brújula.
Fran: Recuerdo un cuento de un libro que me mandaron cuyo título era : El hombre que perdió su sombra. Es muy gráfico, pues cuando alguien pierde su sombra, o se ha muerto o se ha vuelto invisible. También pudiera ser que cuando alguien pierde su sombra es porque no le llega la luz . Habría para escribir otro cuento.
León, un recuerdo hermoso e inocente: un recuerdo que te dejó huella y del que con tu prosa, logras que lo disfrutemos y que nos sintamos partícipes.
Tu paisano,
CARLOS
Y un detalle interesante y sorprendente: El relato fue antes que la foto. Quiero decir que escribí el relato sin foto y casualmente cayó posteriormente la foto en mis manos.
¿ Hay alguna forma de ponerse en contacto con Leon Cohen Mesonero???? tengo una amiga hebrea que sus padres vivieron allí cuando el protectorado y ella intenta buscar sus raíces , gracias.
11 respuestas
León, un relato muy bonito. Me has hecho recordar un mono
blanco que me hizo mi abuela Dolores con tela de saco de harina
y que me manché de verdín en el espigón, cuando me resbalé
corriendo perseguido por mi hermano. Tenía tambien unos siete años.
Un saludo,
Carlitos Galea
Recuerdo perfectamente a tu padre. Era muy simpatico.
Me hiciste sentir niña otra vez, cuando una se estrenaba un vestido y zapatos nuevos………..se sentía en la Gloria……..me llego el olor a tu colonia, el sol calentando la acera y la piel……hermoso relato León y viéndote en la foto con esa camisita de la que hablas y la sonrisa de tu padre z`l aun mas….
Saudos a Carlos, a Raquel y especialmente a Pepe García G. por recordar a mi padre con cariño.
Aprovecho esta tribuna para felicitar a nuestro gran fotógrafo y artista José Luis Vázquez Guimmarra por el Goya Honorífico 2011 . Otro ilustre larachense.
Resulta paradójico que sean los niños – a esa edad, repletos de vitalidad y fantasías – los que estén más cerca del suelo. Yo también recuerdo mi sombra; a veces, era más grande que yo.
Ese largo trayecto, con la empinada cuesta a los Maristas lo recorría cuatro veces al día. De mañana, en busca del sol; de tarde, ya algo cansado con el sol pesando sobre la espalda.
A esa hora y según la estación puedo ubicar con exactitud la posición de las sombras.
Un relato exquisito y evocador que he disfrutado sin necesidad de ninguna brújula.
Fran: Recuerdo un cuento de un libro que me mandaron cuyo título era : El hombre que perdió su sombra. Es muy gráfico, pues cuando alguien pierde su sombra, o se ha muerto o se ha vuelto invisible. También pudiera ser que cuando alguien pierde su sombra es porque no le llega la luz . Habría para escribir otro cuento.
León, un recuerdo hermoso e inocente: un recuerdo que te dejó huella y del que con tu prosa, logras que lo disfrutemos y que nos sintamos partícipes.
Tu paisano,
CARLOS
Y un detalle interesante y sorprendente: El relato fue antes que la foto. Quiero decir que escribí el relato sin foto y casualmente cayó posteriormente la foto en mis manos.
Sergio soy León o sea noel a la inversa.
Ya me había dado cuenta… jj
un abrazo
¿ Hay alguna forma de ponerse en contacto con Leon Cohen Mesonero???? tengo una amiga hebrea que sus padres vivieron allí cuando el protectorado y ella intenta buscar sus raíces , gracias.