Como muchos sabéis, mi cumpleaños coincide con la misma fecha del fallecimiento de mi madre. 14 de agosto. Por eso se hace un poco raro este día. Supongo que ella lo quiso así. Es un aniversario en el que se comparte la vida y la muerte, la llegada y la partida.
Hay veces que pasan semanas y, de pronto, pienso que no he pensado en ella en todos esos días. Y que su recuerdo se va deformando en mi memoria. Me cuesta cada vez más rememorar instantes de mi infancia a su lado. Temo perderla para siempre. Ya digo que es una fecha anómala. Incluso para pensar en ella.
Me he refugiado un rato en sus fotos. Y creo que he escuchado su voz. O he querido escucharla. Y he acabado por escoger varias de estas fotografías que guardo para compartirlas con vosotros. Sé que muchos de sus amigos y de sus amigas también oirán su risa de nuevo al volver a verla en este álbum improvisado. En este día extraño de agosto.
10 comentarios
Mi querido Sergio, para mi modesto entender es que la unión con tu querida madre (QEPD) era enorme !!
Es no olvidar y sentir el cordón umbilical más evidente de una madre.
Abrazos fuertes
Seguramente tienes razón, Moisés. Gracias. Un abrazo
Hola Sergio, tu madre era una persona muy simpática y entrañable, me recuerdo de aquel triste día cuando vienes con tu familia a Larache para tirar sus cenizas en AIN CHAKA, como compromiso que había hecho para cumplir con su deseo, volver a su tierra natal…, esta coincidencia hecha por dios para que te recuerdas de ella cada año que celebras tu cumpleaños, aún está siempre presente contigo cada segundo…, un gran abrazo desde Larache.
Gracias, Limami. Sí, aquel día fue muy especial, y me alegro de que nos acompañaras. Quizá tengas razón, y es como lo explicas. Un abrazo
Qué hermosa serie fotográfica. Qué paradoja es la vida. Simplemente ver cómo evolucionan y cambian los cuerpos, los rostros y las actitudes ya nos confronta con el verdadero sentido de la vida. Que somos y estamos, que ha habido un tránsito y nos sabemos efímeros, que nada hay que reprochar a esta accidental prueba que acaso no va a ninguna parte pero que ha suscitado toda clase de emociones y afectos impagables.Y nuestras madres estuvieron ahí, procurando por nosotros. Gracias.
Muy bien expresado. Gracias por tus palabras. Un abrazo
No temas «perderla para siempre», pues para todo aquel que la conoció – y mucho más para su hijo – ella siempre estará en nuestra mente y en nuestros corazones.
Un beso enorme para Maru.
CARLITOS
Gracias, Carlitos.
Tubo que ser una mujer muy noble,se le nota en la nobleza que irradia su cara.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias, Pepe. Sí que lo fue.