En 1977 se reeditó el libro Dialecto judeo-hispano-marroquí o Hakitía, de José Benoliel, patrocinada por Rafael Benazeraf. José Benoliel nació en Tánger en 1888. Tras estar unos años en España, regresó a Tánger, donde estudia antes de continuar en la Alliance Israelite Universelle de París. Fue profesor de esta institución en la capital francesa, en Tánger y en Mogador. Falleció en 1937.
Libro curioso, con un amplio glosario, y en el que encontramos el origen y significado de muchas de las expresiones que se utilizaban en Larache y Tánger por los que dominaban el hakitía o jaquetía.
El capítulo VIII está dedicado a las baldiciones (maldiciones). Y dice Benoliel: “Las baldiciones (maldiciones) son el arma de quien no tiene ni puede llevar otra. (…) Se baldonó por venganza y desagravio, se baldonó por gracia y recreo, se baldonó a desafío, se baldonó por baldonar, o por no saber hablar sin salpimentar cada frase de baldiciones apropiadas…”
Algunas de las que recoge son (me fascinan las palabras adaptadas al jaquetía, su gracia, su musicalidad):
-
No te quede amo ni dueño! (Esta es realmente una bendición en tono de maldición)
-
Venga una estruisión que lo estruya todo!
-
Se vaya y no volva!
-
Le entre un Huerco en las tripas!
-
Le entre una puliyya (polilla) que le apoliyye.
-
Le coma el león discués (después) de harto!
-
Se le caiga el mazzal (la suerte)
-
Le morda un alacrán
-
Le griten al oído y no lo oya!
El capítulo X, por su parte, está dedicado a los juramentos.
Entre los juramentos, recoge Benoliel, entre otros, los siguientes referidos a los juramentos hechos con el fin de vencer la resistencia ajena y de obtener lo que se desea, por ejemplo, lo que le dirá una madre a su hijo para convencerlo de algo:
-
Así me eches en el foyo
-
Así me llores
Y entre los refranes, esta curiosidad:
-
¿Quién alaba a la novia mocozza? Su madre la tiñozza.
También se dice: ¿Quién alaba a la novia coxa? Su madre la tullida (pr. tuyida); o ¿Quién alaba a la novia tuerta? Su madre la cegata, o la maboxa, etc… Hay aún otras variantes sobre este mismo tema, cuyo significado es que para alabar un defecto o vicio es preciso tener otro igual o mayor. (…) También se emplea para denotar que, por mala que sea, una mercancía es siempre alabada por quien de ella se quiere deshacer, vendiéndola por buen precio.
En fin, unas notas sobre la hakitía o la jaquetía, otra herencia de la convivencia de las tres culturas en Larache, Tánger, Tetuán… Una hermosa herencia que se desvanece en el tiempo.
Sergio Barce, mayo 2015
7 respuestas
QUERIDO SERGIO
COMO SIEMPRE, EN TU BLOG ENDIAMANTADO, NO DEJAS DE HACERNOS RECORDAR PALABRAS Y ANECDOTAS QUE SE FUERON OLVIDANDO CON EL TIEMPO.
LA JAKETIA, DESGRACIADAMENTE SE «»PARO»» CON NUESTRA GENERACION!!
SI DOY UN EJEMPLO, MIS HIJOS NO SABEN NADA !!! AQUI HABLAN EL INGLES Y EL HEBREO!!!
TE QUEDES SANO Y UENO , SERGIO LUZZIDO!!!!
BELLA – JERUSALEN
Muchas gracias, Bella.
Sana y uena te que quedes.
Me ha encantado lo de «Sergio luzzido».
Un beso
¿Por qué no iniciamos y potenciamos una campaña para que la «haketía» pudiera ser considerada patrimonio cultural?
CARLOS
Fantástico.
Hoy en día se han hecho muchas cosas para promover la Haketia, incluso en Erensya, ciclo de charlas, visitas y conferencias que se realizaron en Madrid
durante este mes se ha tocado ese tema…lo importante es no olvidar, transmitir, editar y no dejar que quede en el pasado como ha sucedido con el Yidish.
Una buena propuesta la tuya Carlos, a ver si se consigue.
Saludos
Querido Sergio
Tengo el diccionario de José Benoliel que me dio mi madre, junto al de Isaac Benarroch Benmergui y el de Alegría Bendayán de Bendelac….son libros que merecen tenerse en un buen lugar en la Biblioteca de todo judío marroquí….la Haquetia es tan importante para nosotros porque nos identifica como sefarditas marroquíes y se que muchos no judíos que compartieron amistad y vivencias con nosotros en esos tiempos de vida en Marruecos conocen mucho de ella, incluso de vez en cuando se atreven a mencionar alguna que otra palabrita, como lo hace durante nuestras conversaciones mi estimado amigo Carlos Tessainer.
Bella no creo que la Haketia haya muerto con nuestra generación, mi nieta Yael de vez en cuando suelta alguna que otra palabrita, sobre todo lo de foshicado o foshiquina, cuando hace un desastre o mancha algo, me dice: Abuelita Raquel hice una foshiquina, o foshiqué esto….quizás para los que hemos seguido hablando el castellano la Haketia ha formado y seguirá formando parte de nuestras vidas, los que emigraron a Israel quizás lo perdieron y con mas razón sus hijos y nietos, pero para mi sigue estando viva y vigente, que se sigan editando o reeditando diccionarios o libros como los del gran Solly Levy en Haketia hacen que merezca la pena continuar esa herencia.
Muchas gracias por tenernos en cuenta en tu blog y solo me queda decirte: Que tengas buen mazzal con tu nuevo libro, el cual ya le dije a mi hijo compre y me lo de cuando nos veamos y que el Dio de los Cielos te proteja por ser ese jial endiamantado que eres.
Un abrazo a todos
Querida Raquel: aprendí a que no hay diferencia entre las personas, cualquiera sea su creencia o su raza. Me lo enseñaron en Larache. Y quizá por eso, recordando a mi abuelo Manuel que de vez en cuando soltaba alguna expresión de jaquetía, o cuando hablaba en árabe, que dominaba a la perfección, me gusta también poner algunas veces estos dulces de miel.
Asquede ferazmal Raquel.
Besos